Castigado por su amor romance Capítulo 1505

El Amo, Alex, era el vivo ejemplo de ser flexible y adaptable en todas las situaciones.

Andrew no podía evitar mirar con frecuencia a su Amo. Cada vez que lo miraba, tenía una expresión tranquila mientras cerraba los ojos. Andrew no sabía con certeza cómo se sentía su apuesto Amo. De lo que sí estaba seguro era de que tenía una fuerza incomparable. Andrew estaba tan intimidado por él que prefirió dejar de pensar tonterías y concentrarse en conducir.

Fue un viaje de casi cuatro horas desde el condado en el que estaba Jane hasta el Condado de Bahía.

Llegaron al Condado de Bahía a la medianoche.

En este momento, había una anciana de setenta años dentro de la mansión frente al mar que le suplicaba desesperada a dos guardias: “Les ruego, por favor, déjenme ver a mi hijo y a mi nuera. No tengo problema si quieren partirme en pedazos, siempre y cuando me dejen verlos a los dos".

Sin embargo, sin importar cuánto suplicara la anciana, los dos guardias permanecieron en silencio.

Cuando el coche de Alex se estacionó afuera de la mansión y se abrió la puerta, tanto Jane y Noah escucharon una voz muy familiar suplicando dentro de la mansión. En ese momento ambos quedaron sorprendidos. Entonces corrieron hacia la mansión de inmediato.

"¡Señora Hill! ¡Señora Hill!”, gritaba Jane antes de cruzar la puerta.

La anciana se sobresaltó primero. Luego, se apresuró a cojear hacia Jane sorprendida. Sus piernas no estaban tan buenas para caminar, por lo que se cayó después de solo dar un par de pasos. Noah se apresuró de inmediato para sujetarla.

La familia de tres finalmente se reunió.

"¡Mamá!", gritó Noah. Después de eso, las lágrimas rodaron instantáneamente por sus mejillas.

Este hombre no había llorado en todo el viaje hasta aquí. Había estado consolando a Jane todo el tiempo. No fue hasta que vio a su madre que derramó sus lágrimas varoniles.

El hombre abrazó a su anciana madre con un brazo y a Jane con el otro. Los tres se abrazaron así, y no parecían estar resignados a aceptar la muerte. Más bien, se veían muy felices.

"Esto es bueno. Ahora podemos morir juntos como una familia de tres. No, como una familia de cuatro. Esto es genial”, dijo Noah con incomparable alegría.

Al decir eso, giró la cabeza para mirar a Alex.

Alex también miró a Noah con una expresión fría.