Castigado por su amor romance Capítulo 151

“Bueno, el Señor Ford ya ha sido vendado adecuadamente, y debería estar bien ahora. No creo que tenga que quedarme más tiempo aquí. Por favor, agradezca al Señor Ford de mi parte, le estoy verdaderamente agradecida. Nunca olvidaré la deuda que tengo con él por haberme salvado la vida. Bueno, Señor Yates, si alguna vez tiene tiempo en el futuro, ¿podría ayudarme a preguntarle al Señor Ford si estaría dispuesto a permitirme visitar la tumba de la Tía Grace?”.

Kingston no sabía cómo responder.

“La Tía Grace será para siempre mi familia, y por eso también decidí renunciar al dinero acordado en el contrato. El dinero no definirá mi relación con ella”, dijo Sabrina.

“Tenga por seguro que lo pediré en su nombre”, respondió Kingston. “Señorita Scott, la herida del Joven Amo acaba de ser vendada, ¿le importaría cuidar de él solo un poco más?”.

Sabrina sonrió: “El Señor Ford está en una llamada telefónica ahora… con su prometida, Selene”.

“¡Pero él no ama a Selene!”, gritó de repente Kingston, con la voz llena de determinación.

Sabrina no sabía qué hacer con su repentina reacción.

“Señorita Scott, ¡nunca he visto al Joven Amo hacer algo tan desinteresado como impedir que un cuchillo lastime a alguien con su propia mano!”, dijo Kingston, mirando a Sabrina.

Sabrina solo le devolvió una sonrisa. “¿Y qué? ¿Ignorará entonces el Señor Ford su propia carne y sangre?”.

“Después de todo el dolor y el sufrimiento que Sebastian y la Tía Grace han pasado, definitivamente él no permitirá que su hijo tenga el mismo destino”.

“Además, estoy embarazada de otra persona, incluso si Sebastian no tuviera una prometida, ¿me querría?”.

“¡No lo haría!”.

“Y aunque yo sea pobre y viva en la miseria, ¡no querría a un hombre que abandonó a su esposa e hijo!”.

“Así que, Señor Yates, ¡adiós!”.

Dicho esto, Sabrina se marchó.

Ni siquiera miró hacia atrás mientras se alejaba.

Kingston, todavía aturdido, se quedó sin palabras.

Aunque fue ella quien le salvó la vida a Nigel, eso no quitaba el hecho de que ella aún le debía dinero. Decidida a abandonar este lugar problemático de una vez por todas, no quería dejar ningún cabo suelto.

Ahora solo le quedaban ochenta mil.

Después de pensarlo un poco, Sabrina había decidido volver a su ciudad natal para visitar la tumba de su madre y averiguar la verdadera razón de su muerte. Solo entonces podría dar a luz a su hijo con la mente tranquila. Ochenta mil deberían bastarle para dos años si administraba sus gastos con prudencia.

Después, cuando su hijo cumpliera un año, pensaba trabajar muy duro para ganar dinero y ahorrarlo.

Y algún día en el futuro, finalmente podría devolverle los cien mil a Sebastian.

Sabrina recogió sus pertenencias en una noche, y quiso dejar Ciudad del Sur después de darle el dinero a Zayn y Nigel al día siguiente.

Sin embargo, cuando llegó la mañana y Sabrina se disponía a salir de su habitación, vio a alguien de pie frente a la puerta.

Ella preguntó tranquilamente: “Señor Connor, ¿necesita algo?”.