Castigado por su amor romance Capítulo 1562

Garrett, quien estaba detrás de Alex, no pudo evitar jadear de la sorpresa.

Alex, por otro lado, empezó a llorar.

Vieron que Jane estaba vestida con ropa sucia, con la espalda medio encorvada sosteniendo su vientre embarazado. Cindy la llevaba como si estuviera paseando a un perro. Tres lugares, el cuello de Jane y sus muñecas, estaban encadenados con una cadena de hierro. Cindy sostenía el extremo de la cadena en la mano.

Orla había dejado en ridículo a Cindy frente a Alex hace un momento. Justo cuando estaba preocupada por no tener forma de vengarse de Orla, vio con sus agudos ojos que Huron llevaba a Jane fuera de la mansión y estaban a punto de entrar. Entonces Cindy salió corriendo y se dirigió adonde Huron. “Dámela. El Amo Alex no parece muy feliz”.

En ese momento, Huron todavía le hacía caso a los consejos de Cindy. Pensaba que Cindy y Alex eran amigos. En ese momento, cuando le entregó la cadena a Cindy, Huron incluso trató de congraciarse con Cindy. “Señorita Miller, tienes… Tienes que hablarle bien de mí al Amo Alex. Esta cadena de hierro se la acaban de quitar hace cinco minutos a un perro que estaba atado en la mansión de otro vecino. Sostenla así cuando se la des al Amo Alex, y garantizo que él estará feliz”.

Cindy también lo pensaba.

Entonces, guió a Jane y le dijo a Huron en un tono triunfal. "¡Lo sé! Pero cuida a tu amorcito. Su corazón no te pertenece”.

Después de decir eso, Cindy llevó a Jane a la mansión.

En ese momento fue cuando Alex finalmente vio a Jane.

Ella era la mujer que había estado con él en las buenas y en las malas durante casi ocho años. La mujer que lo había servido como si fuera un rey en los últimos ocho años. Era una mujer muy sensata.

Alex no la había visto en medio mes y realmente había cambiado drásticamente. Ya no había ese deseo de vivir en su rostro de hace 20 días. En 20 días ya no tenía ese tipo de expresión, aquella que demostraba que, a pesar de tener una vida muy dura, estaba muy realizada, contenta y feliz.

En ese momento, Jane tenía una expresión perdida. Se había resignado a la adversidad. Su expresión era muy tranquila y pacífica.

Su ropa estaba muy sucia y su cabello era un desastre.