Castigado por su amor romance Capítulo 162

Cuando Sabrina levantó la vista y vio a Sebastian, forzó una sonrisa. “Señor Ford, ¿no era esto lo que había planeado cuando me hizo venir a la Residencia Ford?”.

Sebastian no dijo nada.

¡Esta mujer realmente no se preocupaba por sí misma!

Él solo había querido que Sabrina fuera a la Residencia Ford para aclarar las cosas, ¡no para que muriera allí!

Desde la reunión de ayer, Sebastian había estado preocupado por los videos que circulaban en internet. ¡Se pasó toda la noche ocupándose de ello y solo consiguió terminar de borrar el vídeo de más de diez mil fuentes hace una hora!

Como cada fuente había sido eliminada personalmente por Sebastian, estaba seguro de que no quedaban cabos sueltos.

Justo después de resolver el asunto de los videos, ni siquiera tuvo tiempo de beber un sorbo de agua antes de conducir inmediatamente a la Residencia Ford. Al entrar, vio a Sabrina sosteniendo un cuchillo, apuntándose a sí misma.

¡Ella realmente no le temía la muerte!

Sebastian soltó a Sabrina de sus brazos, diciendo ferozmente: “Te cité aquí para resolver el asunto, no para que dejaras tu sangre aquí en la casa de la familia Ford. ¿¡Tratabas de destruir a mi familia?! ¿Realmente creías que podías hacerlo por tu cuenta?”.

Tanto Sabrina como Kingston se quedaron sin palabras.

Él se dio cuenta de que su joven amo había empezado a hablar más después de conocer a Sabrina. Antes, el Joven Amo apenas decía diez palabras en un día, pero en los últimos tres minutos, habían salido más palabras de su boca que en todo el día anterior.

Además, ¿desde cuándo las palabras del Joven Amo se habían vuelto tan peligrosas?

Por alguna razón, parecía que solo le hablaba de esa manera a Sabrina. Cuando se trataba de cualquier otra persona, era simplemente el Joven Amo.

Sebastian miró a los invitados y a los miembros mayores, sentados alrededor, y anunció sin remordimientos: “Yo la he invitado aquí. Son libres de expresar sus rencores y quejas, pero no quiero que se convierta en algo más aquí, en la Residencia Ford. De lo contrario, se correrá la voz y la gente pensará que la familia Ford intimidó a una chica débil. Si eso llegara a ocurrir, ¡no sabría dónde colocar mi dignidad!”.

Sebastian dijo eso sin tener en cuenta ni respetar a su propio abuelo.

Sin embargo, Henry tenía miedo de su propio nieto.

Mientras se levantaba y pasaba junto a Sebastian, exclamó de repente: “Cariño, yo… Ah, duele…”.

Antes de que pudiera terminar, Selene cayó sobre el cuerpo de Sebastian.

Sebastian se aferró a Selene, atrapándola. “¿Dónde te duele? ¿Cómo se siente el dolor? ¿Por qué has venido aquí? ¡Deberías estar descansando en casa!”.

Selene miró débilmente a Sebastian. “Cariño, estoy bien. El doctor dijo que el estado del bebé es estable. En cuanto al dolor, es normal, y probablemente se deba a que el feto está creciendo. Estoy bien, no voy a interrumpir más tu discusión. Regresaré a casa, ah… estoy un poco mareada”.

Se dejó caer sobre Sebastian una vez más.

Mientras observaba la pobre actuación de Selene, Sabrina comenzó a sonreír para sus adentros.

Sebastian sostuvo a Selene con ambos brazos y la llevó hasta una silla para que se sentara. Le dijo gentilmente: “Siéntate aquí por un momento, no podrás ver nada que te pueda preocupar desde este lugar. Una vez que me ocupe del asunto aquí, te llevaré de vuelta”.