Castigado por su amor romance Capítulo 1640

Cuando Lily escuchó esa voz en la pequeña habitación, se encogió de miedo. Holden no era tan pervertido como para realmente invitar a la gente a tomar su turno con ella. Sin embargo, hizo que un grupo de hombres viniera a reírse de ella porque ya era una mujer completamente inútil. Después de que terminaban de reírse de ella, la habitación se cerraba de nuevo.

Había días en los que él no le daba nada de comer durante un par de días. Cuando tenía tanta hambre que ni siquiera podía enderezar la espalda, gritaba llorando y le rogaba, dispuesta a acompañar a los hombres. Estaba dispuesta a hacer cualquier cosa con tal de que él no la dejara pasar hambre o sed.

Sin embargo, cuando eso sucedía, Holden revelaba su expresión feroz. "¡Mujer! ¿Qué tan repugnante podrías ser? ¿Qué tan barata eres? ¡No importa lo horrible que sea, nunca me he forzado con una mujer, y mucho menos he dejado que la gente se turne para salirse con la suya! Tú eres la que es originalmente barata hasta los huesos. ¡Ni siquiera puedes soportar pasar hambre y sed por un tiempo! ¿Qué clase de persona barata eres?”.

Él escupió. “¿Cómo es posible que le gustaras a ese tonto de Alex durante diez años? ¿Cómo una mujer tan podrida como tú puede ser tan irrazonable y autoritaria, y golpear a quien quiera? ¡No te comportas en absoluto y te convertiste en una p*ta, y aún así quieres culparme a mí! ¿Acaso yo, Holden Payne, soy una persona de la que te puedes aprovechar fácilmente? ¿Hay incluso la más mínima parte de ti que puede ser comparada con Sabrina? ¡De hecho, incluso tuviste ideas tan perversas y quisiste hacerle daño! Si Sabrina se encontrara con este tipo de situación como la tuya, tampoco rogaría por clemencia incluso si no tuviera nada para comer ni beber durante siete días y noches. ¿Lo entiendes? ¿Sí? ¡Desagradable! ¡Apestosa! ¡Cosa desvergonzada! ¿Sabes lo apestosa que eres?”.

Holden la había insultado y maldecido, pero aun así no había desahogado su ira. Incluso le jalaba el cabello y la golpeaba. También la arrastraba hacia afuera cada vez y la jalaba por el suelo por cierta distancia. Aunque el camino estaba hecho de tierra y no de concreto, había pequeñas gravas por todas partes en los agujeros. Lily era cortada por esas gravas afiladas cada vez y todo su cuerpo ardía de dolor.

Al otro lado de la línea, aunque ella ya sabía lo que Lily quería, Emma preguntó deliberadamente: "Lily, ¿qué... quieres que te dé?".

“¡Dame el número de Sabrina! ¡Dame el número de Sebastian! Quiero sus números. ¡Incluso si muero, no dejaré que tengan una buena vida!”, dijo Lily mientras apretaba los dientes.