Castigado por su amor romance Capítulo 1644

La pequeña niña se había despertado por las ganas de ir al baño en medio de la noche. Después de que fue, ella vagamente escuchó una voz en el sonido que parecía la de su padre. Al principio, Aino pensaba que provenía de la habitación de sus padres. Sin embargo, vio que la puerta estaba ligeramente abierta y que solo su madre estaba durmiendo profundamente allí. Aino no quería molestar a su madre. Ella caminó de puntillas descalza y salió al balcón en cambio. Efectivamente, era su padre quien estaba en el teléfono. Escuchó a su papá mencionar su nombre y también escuchó que su nombre parecía ser mencionado al otro lado de la línea. Aino tenía mucha curiosidad, por lo tanto, llamó a su padre detrás de él.

Sebastian volteó la cabeza y vio a su hija, vestida con un pijama de estampado floral, de pie detrás de él, descalza. Él extendió su mano y la abrazó en sus brazos. “No es nada, cariño. Ve a la cama".

“¡Aino! ¡Aino! ¿Es Aino?”, gritó Holden emocionado al otro lado de la línea tan pronto como escuchó la voz de Aino.

Aino lo escuchó y miró a su padre con una mirada inquisitiva. “¿Ese es el Tío Holden?”.

Sebastian no tenía más remedio que asentir. "Mm-mm".

En el otro extremo de la línea, Holden gritaba desesperadamente: “¡B*stardo! ¡Deja que Aino hable por el teléfono o te mato!”.

Sebastian se quedó sin palabras. Ya habían pasado casi siete años y nadie lo había amenazado así. Incluso Sabrina jamás lo había amenazado de tal manera, pero en realidad dejó que este b*stardo al otro lado de la línea lo amenazara. En ese momento, Sebastian tenía muchas ganas de gritarle a la otra parte. “¡Tú eres el m*ldito b*stardo! ¡Aino es mi hija! ¡Mi hija!".

Sin embargo, él no dijo nada. Simplemente puso el teléfono en la oreja de Aino y luego le dijo suavemente a Aino: “Aino, este es tu tío. Mi hermano".

Después de decir eso, Sebastian no pudo evitar sonreír con amargura. De repente, se dio cuenta de que para una persona que vive en este mundo, a pesar de que poder ser extremadamente poderoso y rico, todavía tendría momentos donde se sentiría indefenso y podía ser regañado por otra persona, tal como se encontraba en este momento.

Holden inmediatamente se echó a reír. “Entonces eso es bueno. Pensé que ya no te agradaba”.

Aino lo trató de convencer de inmediato: “Tío Holden, no estés triste. Incluso vi a la Señorita Minerva ayer. Es aún más bonita”.

"¿Minerva?". El corazón de Holden se suavizó un poco. Preguntó suavemente: “¿Está bien tu Señorita Nerva? ¿Ella… todavía tiene dinero para gastar? Dime si ya no tiene dinero para gastar. Le daré algo de dinero”.

Él pensaba en su sobrina. Durante tantos años en la Isla Estrella en el pasado, él nunca se había preocupado por ella. Luego, cuando toda la familia Payne se había destrozado en pedazos, solo entonces Holden supo cuidar un poco a su sobrina.