Em geral, gosto muito do gênero de histórias como Castigado por su amor, então leio muito o livro. Agora vem Capítulo 1645 com muitos detalhes do livro. Não consigo parar de ler! Leia a história de Castigado por su amor Capítulo 1645 hoje. ^^
Holden todavía recordaba que le había dejado un millón de dólares a su sobrina antes de irse. Se preguntaba cuánto tiempo le duraría eso.
“Tío Holden, tienes que estar bien. La Señorita Minerva dijo que está trabajando muy duro. En el futuro, incluso te mantendría después de graduarse de la universidad. Tienes que estar bien, Tío Holden. No puedes hacer cosas malas”, le dijo Aino a Holden como si estuviera hablando con un pequeño niño.
Holden asintió. “Mm-mmm. Ciertamente obedeceré tus palabras, Aino”.
“Tío Holden, ya es muy tarde. Tengo que dormir. Deberías dormir también, ¿de acuerdo?”, dijo Aino de nuevo. Ella realmente tenía mucho sueño.
Holden inmediatamente asintió. “Mm-mm. Está bien, Aino. Las niñas pequeñas deben dormir más, solo así podrán crecer. Vete a dormir rápidamente”.
“Buenas noches, Tío Holden. Dulces sueños". La pequeña niña se despidió de Holden.
"De acuerdo".
Aino le entregó el teléfono a su papá y le dijo suavemente: “No seas tan feroz con el Tío Holden. Él es una buena persona".
Sebastian se quedó sin palabras. Observó a Aino alejarse más, girar hacia el pasillo, solo entonces, Sebastian dijo al teléfono: "¿Hola?".
En el otro extremo, Holden no habló durante mucho tiempo. Nunca se esperó que durante el intervalo de tiempo en el que estaba hablando con Aino, esa mujer podrida en la pequeña habitación a oscuras hubiera desaparecido. ¿A dónde se fue? Esa m*ldita mujer en serio se había aprovechado de que él no estaba al tanto y escapó.
"¿Qué pasa, Holden?". Sebastian estaba un poco preocupado. Él podía darse cuenta de que Holden, quien estaba al otro lado de la línea, en realidad estaba borracho como un zorrillo. En ese momento, Sebastian estaba pensando que algo no le habría sucedido a Holden por beber demasiado, ¿verdad?
“¡Holden! ¡Holden!”, gritó Sebastian agresivamente, bajando un poco la voz.
En el otro extremo de la línea, Holden rugió de repente: "¡Todo es tu culpa! ¡Se ha escapado! ¡Se escapó!”.
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