Castigado por su amor romance Capítulo 1673

Aino había visto a la mujer en cuclillas junto a la pared, sosteniendo al cachorro callejero ese día. Claramente, la escuchó decirle al perro: “Cachorro, ¿dónde está tu madre? ¿Estás buscando a tu madre? Mírate, tienes tanta hambre que no puedes pararte derecho. Ven, déjame darte mi panqueque para comer. Debes buscar a tu madre después de comer. ¡Qué lamentable es un niño sin madre! Si tu madre no puede encontrarte, seguramente también estará muy ansiosa. Aquí tienes. Come rápidamente algunos panqueques. Después de que termines de comer, tendrás fuerzas para caminar y podrás ir a buscar a tu madre”.

Después de decir eso, Hana cortó el panqueque en pedazos pequeños para que el cachorro se los comiera. Aino, quien acababa de salir del coche, lo vio claramente.

“Mamá, esa mujer fue tan amable con un cachorro callejero. ¿Cómo podría ser posible que ella tratara mal a su hija? Me agradó desde el momento en que la vi por primera vez. Ella me agrada mucho. Es porque ella se veía particularmente similar a como te veías antes. En ese entonces, vestías ropa desaliñada, estabas cubierta de barro y a veces, olías mal. Sin embargo... lo más feliz para el Tío Zayn en ese entonces era verte regresar. Aunque regresabas toda sucia, él aún así era el más feliz”.

“Pensé… pensé que al Tío Zayn le gustaría esto. Porque siempre he sentido pena por él. Mamá y yo hemos vuelto al lado de Papá, pero él no puede volver al lado de su padre. Está completamente solo, entonces pensé en buscarle un hogar idéntico…”.

Los pensamientos de la pequeña niña eran tan puros, pero también tan atentos y amables. Sabrina se echó a llorar cuando la escuchó y abrazó a Aino. "Bebé, tienes razón, lo que estás pensando es correcto".

Aino estaba muy molesta. "Sin embargo, el Tío Zayn... parece no gustarle esa mujer".

Sabrina consoló a su hija. “Bebé, tienes que pensarlo de esta manera, tú eres quien más ama a tu tío, ¿verdad?”.

Aino asintió. "¡Por supuesto!".

"Lo amas, entonces, claro que deseas que él mismo sea feliz, ¿verdad?", preguntó Sabrina.

"Mm-mm", dijo Aino.

“Entonces, él solo será feliz cuando pueda estar con quien quiera en su corazón. ¿Lo entiendes?".

Esa noche, después de que Sabrina acostó a Aino y regresó a la habitación grande, discutió el asunto con su esposo.

“Sebastian, ¿qué debemos hacer sobre este asunto? ¿Deberíamos invitar a Hana a nuestra casa y dejarla ser una sirvienta? Ella no tiene un trabajo después de todo”.

La impresión de Sabrina de Hana era bastante buena, por lo tanto, asintió. “Eres la dueña de esta casa, entonces puedes tomar las decisiones. En cuanto al asunto entre ella y su hija, podemos adaptarnos lentamente. Tu madre y tu abuelo pudieron adaptarse tan bien, entonces, ¿cómo es posible que la madre biológica y la hija no se adapten bien?”.

Sabrina agregó: "Está bien".

Temprano a la mañana siguiente, Sabrina llamó a Hana. “Hola, Señora Sharpe. ¿Estás dispuesta a venir a mi casa a trabajar como sirvienta?”.