Castigado por su amor romance Capítulo 1700

El anciano se quedó atónito. "¿Qué?".

La vieja mantuvo la calma. "Estoy aquí para devolverte los cincuenta mil dólares, ¡también te pagaré los intereses! Además, hoy he traído el libro de contabilidad que había utilizado para llevar los libros en estos diez años. En él están registrados todos los gastos. Restando los gastos, deberíamos tener todavía ahorros de seiscientos mil en nuestra casa. La mitad de los cincuenta mil dólares que yo había tomado debe considerarse mía, y la otra mitad tuya. También tienes que darme la mitad de los seiscientos mil dólares".

Neo se aterrorizó de repente. "¿Estás... aquí para amenazarme?".

Neo pensaba que la vieja estaba aquí para cuidar de él, no esperaba que estuviera aquí para dividir las pertenencias con él. En ese momento, Neo no solo se preocupó por el hecho de que le dividieran sus propiedades y se las quitaran, sino que le aterrorizó la idea de que, si en el futuro no recibía los cuidados de la vieja, no viviría mucho tiempo. Miró a la vieja con horror. Ella, en cambio, seguía muy tranquila.

Durante esos diez años, ¡toda la rabia y la tristeza de su corazón se había reducido a nada por culpa de este m*ldito anciano sinvergüenza que solo pretendía mantener la solemnidad! Ella dijo tranquilamente: "¡No, solo me llevaré la parte que me corresponde! También te advierto de paso que si tus hijos vuelven a acosarme, ¡llamaré a la policía! Si no tengo otra forma de enfrentarme a ustedes, ¡los mataré a todos! Ya soy una vieja sin hogar, así que ¿de qué debería tener miedo?".

Neo se quedó sin palabras.

En ese momento, Zayn habló. "Señor, he contactado con la gente de la corte. Vendrán a verificar tus activos fijos dentro de un rato. Si no puedes compensar a Cecilia por la liquidación de bienes que se merece, entonces esta casa tuya será subastada".

"¿Tú... quieres subastar mi casa?", preguntó Neo, temblando de miedo.

No solo iba a perder a alguien que lo cuidara en el futuro, ¿sino que incluso su casa sería subastada?

Zayn se encogió los hombros inocentemente. "¡No necesariamente! Si puedes retirar inmediatamente el dinero y pagar a Cecilia ahora, nadie venderá tu casa. Incluso si no puedes retirar el dinero, no soy yo quien quiere vender tu casa de todos modos. Se ejecutará por la fuerza de la corte. Primero venderán tu casa en una subasta. Después de que vendan la casa, una parte del dinero se entregará a Cecilia, ¡y la suma restante se te devolverá a ti!".

"¡Lo siento!". El examinador del tribunal le explicó con sinceridad: "Si ella se llevó los cincuenta mil dólares mientras ambos estaban todavía casados, entonces solo se llevó el dinero de su casa, ¡así que no existe tal robo!".

El anciano se quedó sin palabras.

"Aunque se hayan separado más tarde, esa parte del dinero sigue considerándose como una propiedad entre ambos, así que veinticinco mil dólares de ese dinero son de ella. Dejando de lado todos los gastos a lo largo de los años, los ahorros de ambos quedan en seiscientos mil dólares. ¿Puedo saber si tienes la capacidad para pagarle a tu ex mujer trescientos mil dólares, no, quiero decir doscientos setenta y cinco mil dólares?".

Neo se quedó sin habla. En ese momento no se atrevió a responder. ¿Tenía dinero? Sí, lo tenía. Sin embargo, ya no tenía tanto como seiscientos mil dólares. Hace un año, tenía seiscientos mil dólares en su casa. En realidad, tuvo incluso más que eso. Tuvo más de setecientos mil dólares. Sin embargo, en ese año, ya había gastado más de cien mil dólares solo en su tratamiento médico. Para complacer a sus propios hijos, sacó otros ciento cincuenta mil dólares y los repartió entre sus tres hijos y sus dos hijas. En otras palabras, le había dado a cada uno de sus hijos treinta mil dólares con la esperanza de que pudieran cuidar más de él.

Pero eso no era nada. Antes, había contratado a una cuidadora de solo treinta años. No solo no cocinaba tan bien como su ex mujer, sino que era muy perezosa. Sin embargo, era muy dulce al hablar.