Castigado por su amor romance Capítulo 1743

Hana miró a Hector con una mirada suplicante. “¡Te lo ruego, no trates a nuestra hija así! Ella es tu amor más grande, ¿no es así?”.

Hector se burló. "¡Por supuesto! ¡Ella es mi vida! Ella es mi hija. ¡Su apellido es Caven! ¡Ella no es tuya! ¡P*rra! ¡Escucha! Vete a trabajar como peón en el extranjero. Regresa dentro de cinco años cuando ganes suficiente dinero para que tanto yo como mi hija lo gastemos. Ya te dije lo que tienes que hacer. ¡Puedes ganar doscientos mil dólares en un año! ¡Cinco años después, regresa cuando hayas ganado un millón de dólares! De lo contrario…".

"Bien… bien. Está bien, iré a trabajar al extranjero. Son solo cinco años, ¿verdad? ¡Si algo malo le pasara a mi hija durante ese tiempo, cuando regrese te mataré a mordiscos de ser necesario, Hector!”.

Desde entonces, Hana se fue al extranjero para trabajar como peón. El contrato que ella firmó no fue por cinco años, sino por ocho años. Esto fue debido a que quería quedarse con una parte del dinero para poder dejar a Hector y luchar por la custodia de su hija.

Después de haber ganado un millón de dólares en ocho años, también tenía ahorros ocultos de trescientos mil dólares. Ella había planeado primero regresar al campo, alquilar una casa y encontrar un trabajo, y luego llevarse a su hija a vivir con ella. Ella extrañaba a su hija. Sin embargo, como había estado trabajando duro durante mucho tiempo, y no descansó después de dar a luz, Hana entonces se enfermó gravemente cuando regresó del extranjero. Estuvo enferma durante más de medio año. Cuando la condición de Hana mejoró un poco, ya había pasado otro año.

A lo largo del año en que Hana estuvo enferma, había extrañado a su hija día y noche y se preguntaba cómo se veía ella ahora que había crecido. Ya debería ser una chica grande, ¿verdad? Finalmente, el día que su hija de diecisiete años hizo el examen de ingreso a la universidad, Hana la vio afuera del salón. Después de no verla durante tantos años, su hija se había convertido en una joven esbelta y elegante, tal como Hana esperaba. Su hija era muy hermosa. Mucho más hermosa que su madre.

Tres días pasaron y el examen había terminado. Hana estaba esperando con impaciencia. Tan pronto Tessa salió de la escuela, Hana corrió hacia ella. “Tessa, Tessa, ya tienes la edad para tomar el examen de ingreso a la universidad, mi niña. ¡Yo… yo soy tu madre!”.

La expresión de Tessa de repente se volvió enojada. "¿Quién eres tú? No te conozco ¡Lárgate!".