Castigado por su amor romance Capítulo 1744

Hana aún así no soltó a su hija. La tenía agarrada del brazo con ambas manos mientras miraba a Tessa con expresión de esperanza. Los rasgos de Tessa eran muy similares a los de Hana cuando tenía diecisiete años, pero Tessa era mucho más hermosa. Tessa no tenía de qué preocuparse en el mundo y vestía un atuendo elegante. Parecía una pequeña princesa.

Hana sentía una agitación indescriptible dentro de ella. Tenía un nudo en la garganta mientras decía de forma desesperada: “Tessa, soy tu madre. ¿No me reconoces, Tessa? Yo te compré toda esta hermosa ropa que estás usando para ti con el dinero que gané. Tessa…”.

Tessa empujó agresivamente a Hana. “¡M*ldita mujer! ¡Por qué no te vas al infierno! ¿Tienes poca vergüenza? ¿Eres tan descarada? ¿Fuiste tú quien me compró la ropa que llevo puesta? ¡Eres el tipo de mujer que solo se preocupa por su disfrute! ¡Solo te importa jugar con los hombres! ¡Eres una mujer que ni siquiera le importa mi papá! ¡Cómo te atreves a decir que eres mi madre! ¿Cómo te atreves a decir que mi ropa la compraste tú?”.

“¡Mi papá fue quien me cuidó mientras crecía! Fue mi papá quien me trenzó el cabello. Fue mi papá quien me envió a la escuela. ¡Él fue el que iba a las reuniones de padres y maestros! Durante el día, él me cuidaba, me dejaba y recogía de la escuela. ¡Él iba a trabajar por la noche después de que yo regresara de la escuela! ¡Vete al infierno! ¡Mi madre murió hace mucho tiempo! ¡Está muerta! ¡M*ldita mujer! ¡Quiero apuñalarte hasta la muerte con un cuchillo!”.

Hana se quedó sin palabras. Su hija apretaba los dientes y la maldecía con enojo. El odio que su hija sentía era como si ella fuera la enemiga que mató a su padre. Hana estaba tan desconsolada que estuvo sin poder hablar durante mucho tiempo. Giró la cabeza para mirar a Hector, quien tenía una expresión de lástima. También los padres que estaba alrededor para recoger a sus hijos señalaban a Hana y la criticaban.

"¡Cómo puede haber una madre así en este mundo!".

"¡Este tipo de mujer no merece estar viva!".

"¡Un coche debería atropellarla y matarla ahora!".

En ese momento, Hector se acercó a Hana con el rostro cubierto de lágrimas. "¡Solo vete! Ya que no has cuidado de tu hija durante tantos años, ¿qué haces aquí buscándola ahora? ¿Es porque viste que a tu hija le va muy bien en la escuela y es una candidata potencial para ir a la universidad? Así que, ¿por eso viniste a buscarla? ¿Quieres que ella te mantenga después de graduarse de la universidad? ¿Por qué sigue una mujer como tú con vida?”.

Hana se quedó sin palabras. Nunca esperó que Hector dijera tal cosa. Ella se quedó inmóvil por un largo tiempo.