Castigado por su amor romance Capítulo 1805

"Mmm, Tío Holden, aquí tienes. Mi madre quiere hablar contigo". Aino le pasó el teléfono a Holden.

Holden tomó el teléfono. "Sabrina". Incluso se sintió aturdido al pronunciar su nombre. Desde hacía más de medio año no hubo ni un solo día en el que no echara de menos a Sabrina y no deseara escuchar su voz. En ese momento, por fin había escuchado su voz. Tal vez en un futuro próximo pudiera verla. Su deseo por fin se hacía realidad, aunque tuviera que pagar el precio de renunciar a toda su pequeña isla, ¡aunque tuviera que dejar que sus novecientos millones de dólares se desperdiciaran! Con tal de que pudiera vivir junto a Sabrina a futuro y pudiera ver crecer a Aino día a día. Además, Sabrina iba a dar a luz pronto. ¿Tendrían un hijo más? ¿No era el hijo de Holden? No le importaba en absoluto. ¿Cuál sería la diferencia si el niño era suyo o de Sebastian? ¡El niño seguiría siendo su sobrina o sobrino! Los amaría mucho.

Nadie sabía que a Holden nunca le había importado el dinero, la fama y la gloria mientras crecía. ¡No quería nada! Solo quería una familia cálida y pequeña. En esta familia, los miembros eran los padres y los hijos, y todos vivían felices y en armonía. Eso era todo. ¡Eso era todo!

"Sabrina...". La voz de Holden era tan tenue como si estuviera recitando un poema. No sonaba para nada como un pervertido en los oídos de Sabrina, aunque Holden lo dijo primero por sí mismo. "No pienses que soy un pervertido, ¿de acuerdo? No soy un pervertido. Tengo una mente sana. Antes de irme, incluso le di un millón de dólares a otra sobrina mía, Minerva. Solo quería que ella estudiara mucho. No soy un pervertido. Simplemente... No tengo afectos familiares. Fui abandonado desde que nací. Nunca supe por qué mis padres me trataban tan mal cuando era claramente más apuesto que mis tres hermanos mayores. Solo entendí la razón cuando conquistaron la Isla Estrella. No entiendo por qué me dejaron en la Isla Estrella después de nacer. ¿Acaso alguien me pidió mi opinión antes de dejarme allí? Nadie sabía que prefería morir junto a mi madre y mi hermano mayor que quedarme solo en ese lugar. ¿Sabes cuánto he anhelado una familia? ¿Una familia cálida?".

Continuó: "Sabrina, ven conmigo. Sé que quieres mucho a Sebastian, pero él no puede darte todo lo que tiene. Tiene que cuidar a sus hermanos de sangre. También tiene su gran Grupo Ford. Ya estás embarazada de ocho meses, pero él sigue saliendo de casa a las cinco de la mañana todos los días, y solo vuelve a casa a las once de la noche. No es un buen esposo. ¡Yo sí lo seré! A partir de ahora, vienes conmigo. Te cuidaré hasta que des a luz. Te sostendré en cada paso que des. Ven conmigo. Te llevaré a ti y a Aino para ir a esa pequeña isla. Plantaremos flores y pastos para el resto de nuestras vidas. Ven conmigo, ¿de acuerdo?".

Habló con gran sinceridad hacia el final.