Castigado por su amor romance Capítulo 1812

La voz de satisfacción de Holden se escuchaba desde el otro lado de la llamada. "Sabrina. Mi ruta está ahora sin obstáculos. ¿Cuándo vas a venir?".

"¿Dónde está Aino?", preguntó Sabrina.

Holden la llamó de inmediato con alegría. "Aino, ven rápido. Tu madre está en el teléfono".

Sabrina escuchó entonces el sonido de Aino corriendo hacia el teléfono. Después de que Aino respondió a la llamada, Sabrina pudo escuchar a la niña jadear.

"Mamá, ¿qué estás haciendo?". La voz de Aino era extremadamente alegre. Parecía que estaba muy contenta.

Sabrina reprimió sus emociones abrumadoras y el deseo de llorar. Le preguntó a Aino con calma: "Dime, ¿te estás divirtiendo con tu tío?".

"El Tío Holden es incluso más amable conmigo que Papá. Me compró un robot de lucha que es el doble de alto que yo, mamá. Ni siquiera puedo subirme a él. Me gusta demasiado este robot", dijo Aino al instante.

Sabrina se sintió ligeramente aliviada. "Eso está bien".

"Mamá, no tienes que preocuparte por mí. Quiero quedarme con mi Tío Holden y jugar unos días más. Cuando los extrañe a Papá y a ti, los llamaré. No tienen que preocuparse por mí. Me estoy divirtiendo y soy muy feliz estando aquí con el Tío Holden. Mamá, voy a colgar. Quiero ir a jugar con ese robot". Aino colgó la llamada sin esperar a que su madre dijera algo más. Parecía indiferente, y volvió a correr al lado de ese robot con su pijama.

"¡Jajaja! ¡Quiero a mi padre!", dijo Aino con una sonrisa muy inocente.

Holden se quedó sin palabras. ¡Por un momento quería aplastar a la niña! La trataba tan bien, le compraba todo y pasaba más tiempo con ella que con su padre, ¡pero ella seguía echando de menos a su padre! ¡M*ldita sea! ¡Qué abominación! Sin embargo, Aino no vio la maldad que se reflejaba en el rostro de Holden. Al contrario, puso su cabecita en los brazos de Holden. Eso hizo que Holden sintiera de repente una especie de halago inesperado y su corazón se derritió al instante.

"Tío Holden, ¿sabes? ¡Mi padre es realmente insoportable! Hace casi un mes que no veo a mi padre. Todos los días, cuando me despertaba, ya no estaba en casa, y tampoco lo veía volver todas las noches antes de dormirme. Realmente extraño mucho a mi papá, Tío Holden...". La niña lloró mientras decía eso.

A Holden le sorprendió un poco la situación. No sabía cómo consolar a Aino, quien lloraba. Aino se recostó en los brazos de su tío. "Tío Holden, tú y mi padre son gemelos, pero ¿por qué eres tan bueno y por qué mi padre es tan insoportable? Odio a mi padre. ¡Lo odio!".