Castigado por su amor romance Capítulo 187

“¡Sí, Joven Amo!”, dijeron los guardaespaldas.

Las piernas de Selene cedieron y estuvo a punto de caer al suelo. La única razón por la que no lo hizo fue porque los guardaespaldas que estaban a su lado se lo impidieron. Los guardaespaldas estaban muy bien entrenados. Sebastian les había ordenado que cuidaran de Selene y se aseguraran de que no le ocurriera nada a su bebé, los guardaespaldas, como siempre, se encargarán de ello.

Sin embargo, Lincoln y Jade se desplomaron en el suelo. Los dos no reaccionaron durante mucho tiempo, solo observaron, sin palabras, cómo Sebastian se marchaba.

“No…”, gritó Jade y luego se desmayó en el acto.

Lincoln solo miró a su esposa y a dos de los guardaespaldas que llevaban a su hija, con ojos desanimados.

Los tres estaban siendo encerrados y vigilados como criminales.

Tras salir del salón, Sebastian llegó a su coche, mientras Kingston lo esperaba. “Joven Amo, Sabrina fue atropellada por un camión pesado, y ahora se desconoce su paradero. El conductor también huyó”.

Sebastian dijo: “Entendido”.

“Joven Amo, ¿a dónde va ahora?”, dijo Kingston, preocupado.

Kingston estaba bastante contento de que Sebastian abandonara la boda. Nunca aprobó el matrimonio del Joven Amo con Selene, pero nunca tuvo el poder de detener al Joven Amo. Por suerte, Sebastian detuvo todo a tiempo.

Kingston dijo: “Sí, Joven Amo”. Después de eso, puso en marcha el motor y salieron del lugar de la boda. Miraban por las calles mientras conducía, buscando a Sabrina todo el tiempo.

Mientras tanto, toda la familia Lynn había sido llevada de vuelta a casa bajo la vigilancia de los guardaespaldas de la familia Ford. Sus sirvientes habían sido completamente cambiados en una hora. Se hizo extremadamente rápido, provocando un escalofrío en Lincoln. Solo estaban siendo vigilados, pero nadie escuchaba sus conversaciones. Después de arreglar el asunto de los sirvientes, el guardaespaldas, que era el líder, le dijo a Lincoln: “Señor Lynn, es mejor que garantice la seguridad de su esposa e hija, especialmente del bebé. Si ocurre algún imprevisto, a menos que mueran los tres juntos, usted no tendrá una muerte tranquila”.

Lincoln se quedó sin palabras.

Finalmente tuvo la oportunidad de preguntarle a Jade y a Selene: “Déjenme preguntarles a ustedes dos, ¡¿qué ha pasado?! ¿Por qué Sebastian se arrepintió de repente? ¡Además!, ¿por qué Sabrina hizo una escena durante la boda? ¿Cómo sabe ella que su hijo es de Sebastian?”.

Jade miró a Lincoln con lágrimas en los ojos. “Yo… yo le ordene a Selene que se lo dijera”.