Resumo de Capítulo 1909 – Castigado por su amor por Internet
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Eira nunca esperó que su padre le dijera tal cosa. Las lágrimas que se obligó a contener instantáneamente corrieron por sus mejillas en el momento. Parada frente a Delmont, lo llamó padre con un nudo en la garganta. Eira realmente quería abrazar a Delmont, pero no se atrevió. Solo se quedó parado mientras lloraba hasta que su cara estaba cubierta de lágrimas. Al ver la manera que estaba, Delmont levantó su mano y gentilmente secó las lágrimas de su cara. Después de eso, por primera vez, alcanzó sus brazos y puso a su hija dentro de sus brazos. Todas las emociones contenidas que Eira tenía finalmente no pudieron contenerse más en ese momento. Se acurrucó en los brazos de Delmont y explotó llorando. “Papá, papá, de verdad te extraño mucho. Realmente te extraño mucho…”.
Cuando Delmont vio la manera que Eira se comportaba en el momento, aparte de soltar un pesado suspiro, no sabía qué hacer por un momento. Había pasado muy poco tiempo con su hija, tanto que inesperadamente estaba un poco confundido en cómo debería interactuar con ella. No fue hasta que Eira paró de llorar que Delmont vio a Eira. “Eira, vámonos. Mientras que el centro comercial no haya cerrado, te llevaré a comprar ropa, ¿está bien?”.
Cuando Eira escuchó lo que Delmont dijo, sus ojos se iluminaron. Eira originalmente quería pedirle a Delmont que comprara ropa nueva para su hermano. Sin embargo, cada vez que mencionaba el pasado, Delmont le decía que no tenía ni una obligación en criar a su hermano, así que Eira no se atrevió a tocar más el tema. Solo consideró que después de que Delmont le comprara nueva ropa, no los usaría. En cambio, los vendería y el dinero sería suficiente para comprarle un abrigo más barato para su hermano. De esta manera, su hermano ya no tendría que sufrir del frío. Al pensar en eso, Eira inmediatamente asintió con la cabeza obedientemente.
“Papá, iré a cubrir a mamá con la sábana. En un rato saldré”.
Después de decir eso, Eira caminó rápidamente al lado de Eirwen, y entonces metió el pequeño pendiente dorado dentro de la mano de Eirwen bajo la sabana. Solo entonces Eira giró y siguió a Delmont fuera de la puerta.
Ella caminó por la calle, agarrando la gran mano de Delmont, y era toda sonrisas. Realmente no había sonreído tan felizmente por un largo tiempo. Siempre había sido el sueño de Eira poder sostener la mano de su padre así. Solo nunca esperó que tal sueño realmente se hiciera realidad un día. Eira estaba verdaderamente feliz, pero comparado a ella, Delmont parecía estar inquieto.
Cuando Delmont vio la pequeña moción de su mano, dijo gentilmente: “Si te gusta cómpralo. No te preocupes del precio”.
Cuando la vendedora escuchó eso, no pudo evitar estar entusiasta. Ella llevó a Eira por la tienda y seleccionó un par de ropa bonita para ella. Si Eira no hubiera dicho que era suficiente, la vendedora hubiera amado dejarla probar todos los últimos llegados en la tienda.
Después de que Delmont pagó por la ropa, miró a Eira y dijo: “Eira, tu Tía Joy tiene que estar en el hospital hoy para acompañar a Brooke. Estaré en casa solo. ¿Está bien si me acompañas?”.
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