Castigado por su amor romance Capítulo 192

Mientras tanto, Sabrina tenía el celular apagado, como le había dicho Zayn. Justo después de colgar el teléfono con Marcus la primera vez, corrió a una cabina telefónica cercana y llamó a emergencias. La ambulancia llegó enseguida y Zayn recuperó la conciencia poco después de que lo llevaran en la ambulancia.

Él le echó una mirada a Sabrina, que sollozaba frenéticamente, y le dijo: “Sabrina, no llores. No te castigues por esto, viviré”.

Sabrina asintió como respuesta. “Zayn, gracias por arriesgar tu vida para salvarme. Acabo de recibir una llamada del Joven Amo Shaw, me dijo que… Sebastian Ford nos está buscando por todas partes. Arruiné su boda y nunca me dejará en paz por esto. Puede que ese camión no me haya atropellado, pero hay miles de formas que se le ocurrirán si quiere matarme. Gracias, Zayn, y lamento haberte metido en esto...”.

“Espera, ¿qué dijiste?”. Zayn frunció el ceño. “¿Marcus llamó?”.

Sabrina volvió a asentir. “Sí, ¿por qué?”.

“¡Apaga el teléfono, ahora mismo! No contestes ninguna llamada a partir de este momento. Tenemos que dejar atrás todo lo que ha sucedido en Ciudad del Sur, ¿entiendes? ¡Tenemos que cortar todos los lazos con todo el mundo en Ciudad del Sur! ¡Apágalo!”, dijo Zayn apresuradamente, con una voz débil.

“Pero…”. Las lágrimas rodaron por las mejillas de Sabrina. “Pero… tus padres…”.

“Tranquila”. Zayn la consoló con una débil sonrisa. “Conozco a Sebastian. Puede que sea despiadado, pero nunca descargaría su ira contra los inocentes. Mis padres no fueron los que le hicieron daño. Además, ellos ayudaron a Sebastian y a la Tía Grace cuando estaban en un punto crítico. Fue precisamente esa vez que los ayudamos, que Benjamin Ford decidió tomar represalias contra nosotros. Por eso estoy seguro de que Sebastian no lastimará a mis padres”.

Zayn utilizó casi las últimas fuerzas dentro de él para poder explicarle. Todavía tenía mucha fiebre y su brazo izquierdo, que estaba herido, empezaba a tener un moretón de color púrpura oscuro.

“Deja de hablar, Zayn, tienes que concentrarte en recuperarte por ahora”, dijo Sabrina.

La ambulancia llevó a Zayn al hospital e inmediatamente lo ingresaron en la Sala de Urgencias para tratar de bajar su fiebre y quitarle el gran área de tejido necrótico que se extendía desde la palma de su mano para poder vendarla.

“Zayn, yo…”. Las lágrimas llenaron los ojos de Sabrina ante las palabras de él. “Ni siquiera te conozco bien, ¿por qué estás siendo tan amable conmigo?”.

“¿Tienes miedo? ¿Miedo de que esté jugando contigo, como lo hizo Nigel?”. Zayn se rio.

Sabrina no podía negar que una parte de ella se sentía preocupada.

Zayn suspiró y dijo: “Bueno, deberías tener miedo. Pero no estoy jugando contigo. He visto con mis propios ojos lo atenta que fuiste mientras cuidabas a la madre de Sebastian en los últimos dos meses. Ese tipo de afecto no se puede fingir. También vi lo entregada que eras en la empresa de diseño, y lo trabajadora que eras en el sitio de construcción, por muy duros que fueran los trabajos. Y lo que es más importante, vi cómo te esforzaste por devolver lo poco que Nigel había hecho por ti. Nigel debería considerarse el hombre más afortunado del mundo por haberte conocido. Él simplemente no supo valorarte y te dejó a un lado. Es solo un hombre que no se dio cuenta de la suerte que tenía en ese momento”.

Sabrina no sabía cómo responder. Permaneció callada durante unos minutos antes de decir finalmente: “A decir verdad, nunca estuve enamorada de Nigel. Sabía que solo estaba jugando conmigo todo este tiempo. La razón por la que fui tan sincera con él fue simplemente porque era la única persona a mi alrededor que me había devuelto algún tipo de esperanza, y quería tratarlo bien por eso”.