Castigado por su amor romance Capítulo 193

“Solo que nunca imaginé que él…”.

“Lo sé. Lo entiendo”. Zayn sonrió. “No estás enamorada de Nigel, y seguramente tampoco te enamoraras de mí. Sabrina, créeme cuando te digo que no tengo intención de que te enamores de mí. Soy yo quien se ha dejado encantar inevitablemente por ti y por eso, estoy dispuesto a hacer cualquier cosa para mantenerte a salvo. Ten por seguro que nunca haré nada que te perjudique o te obligue a hacer lo que no estás dispuesta a hacer, nunca”.

“Gracias, Zayn. Cuidaré de ti”, prometió Sabrina, entre lágrimas.

Era una mujer de palabra y durante todo el tiempo que Zayn pasó en el hospital, no se separó ni una sola vez de su lado. Sabrina también se había deshecho de su teléfono, como él le había pedido. Aun así, cuando Zayn fue finalmente dado de alta después de un mes, los encontraron.

Unos hombres los rodearon en la entrada del hospital y los arrastraron hacia su vehículo. Los dos estaban indefensos, Zayn apenas recuperado de su lesión y Sabrina embarazada. Los metieron en un monovolumen negro. Zayn y Sabrina fueron amordazados mientras los llevaban al borde de un precipicio.

“¡La gente recordará hoy como el día en que ustedes dos por fin morirán!”. Un hombre con gafas negras dijo sin emoción.

Sabrina temblaba de miedo y Zayn la abrazó entre sus brazos, antes de reunir el valor para preguntar: “¿Nos quieres muerto? Bien. Pero al menos dinos quién está detrás de esto”.

“¿No tienen ni idea de a quién le arruinaron la boda?”, preguntó el hombre, y con eso, lanzó una mirada a los otros hombres que estaban a su lado. Seis hombres corpulentos procedieron a arrastrar a Sabrina y Zayn hasta el borde antes de arrojarlos como muñecos de trapo.

Lo único que lamentaba era no poder visitar la tumba de su madre en su ciudad natal. Sin embargo, tenía que lidiar con su vientre embarazado que crecía día a día. Zayn llevó a Sabrina a un centro de salud de maternidad para registrarla en cuanto se instalaron. Cuando el doctor hizo el primer chequeo del estado de Sabrina, se sintieron aliviados al comprobar que el feto mostraba una gran vitalidad y estaba sano, a pesar de que Sabrina había estado a punto de morir.

Pasaron varios meses mientras visitaban regularmente el centro hospitalario para los chequeos del embarazo. Sabrina se había adaptado cómodamente a la vida en el pequeño condado. Había pasado medio año en un abrir y cerrar de ojos, y Sabrina estaba a punto de dar a luz.

Una mañana, Sabrina estaba regando las plantas del jardín en la parte baja de la ladera cuando, de repente, se sintió abrumada por un fuerte dolor en su vientre, por lo que llamó inmediatamente a Zayn: “Hermano, creo que estoy empezando con el parto”.