Castigado por su amor romance Capítulo 1940

Al escuchar eso, a Sabrina se le puso la piel de gallina. Sin embargo, contuvo el asco que sentía, y, en cambio, se burló indiferentemente: “No importa. Para tener a alguien que me ame cuando soy tal mujer embarazada, ¡claramente significa que soy encantadora!”.

Malvolio no tenía palabras. A él solo le gustaba su rebelde carácter que preferiría morir que tener miedo.

“Muy bien”. El tono de Malvolio era muy suave. “Soy el mejor rompiendo mujeres, y tengo más de una manera. Sin embargo, si es contigo, seré más paciente. Haré que te enamores de mí”.

“Tú…”. Sabrina repentinamente estaba atónita al escuchar lo que dijo Malvolio.

En ese momento, fue Isadora quien repentinamente dijo: “¡Malvolio! ¡Sabrina es una buena persona!”.

Malvolio se burló. “¡Isadora! ¡No olvides que nosotros somos quienes específicamente van contra las buenas personas!”.

“Ella realmente es muy amable. Trató la herida de mi pie e incluso simpatizó conmigo. Ella tuvo el mismo comienzo trágico que yo. Sabrina incluso la tuvo peor que nosotros, Malvolio”. Isadora pacientemente calmó a su hermano.

Malvolio de repente se puso furioso. “Si no fuera así, ¿por qué crees que me gusta?”.

Isadora quedó sin habla. Malvolio suspiró. “¡Mantenla vigilada! Realmente quiero dejar que ella sea tu cuñada. Estoy cansado y casi tengo cuarenta. Quiero establecerme y tener una familia”.

Isadora asintió con la cabeza. “Lo entiendo”.

¿Acaso era mucho para su hermano querer tener una familia? No era mucho. Su hermano había cometido todo tipo de actos atroces su vida entera y no había conseguido una esposa. Todo eso fue por ella, su hermana.

Esa noche, Isadora y Sabrina durmieron en la misma habitación. Aunque Sabrina era más joven que Isadora, Sabrina aún así se levantó y arropó a Isadora.

“¿Qué estás haciendo?”. Alerta, Isadora se puso de pie abruptamente mientras sujetaba un arma. El cañon negro luego apuntó directamente a Sabrina.

Sabrina no sabía qué decir. Era imposible para ella decir que no. Siempre había querido preguntarle a Lincoln: “Si no me querías, ¿por qué me tuviste?”.

Ella quería hacer esa pregunta, y todavía la haría incluso si hubiera sacudido los hombros de Lincoln hasta que se desprendieran. Sin embargo, Sabrina aún no le preguntó a Lincoln. Ella ya era una adulta. Lincoln ya había recibido el castigo que se merecía. Después de que Sabrina fue usada constantemente por su padre biológico, ella ya le era indiferente.

Por lo tanto, Sabrina calmadamente dijo: “No, no lo extraño. Me siento indiferente sobre él. Si vive o muere en el futuro no tiene nada que ver conmigo”.

Hizo una pausa. “¿Extrañas mucho a tu padre?”.

Isadora se acurrucó en la cama y abrazó su arma con ambas manos. Era como si el arma era la cosa que más podía depender en su vida.

“¿Tú crees que tengo una buena memoria? Hasta el día de hoy, aún puedo recordar cómo se veía mi papá mientras me sujetaba cuando tenía menos de dos años, y lo duro que fue para él separarse de mí. Sin embargo, su corazón ya estaba ocupado por esa mujer llamada Joy Fox. Ella ya estaba embarazada en ese tiempo. Desde entonces, mi papá nunca me abrazó de nuevo. Cada vez que me daba gastos de manutención, era como si estuviera dando limosnas. Fue como si vine a este mundo a fuerza sin su consentimiento”.