Castigado por su amor romance Capítulo 217

Sebastian inclinó su cuerpo y cargó a Sabrina con sus brazos, luego preguntó como si tuviera otra intención: “Con el viaje en avión y el viaje en coche, ¿no crees que estás agotada por el largo viaje y por eso ya estás apestando un poco? Ahora es momento de darse un buen baño”.

Dicho esto, el hombre no se preocupó por la sorpresa y los forcejeos de Sabrina y se limitó a llevarla directamente hacia su habitación.

Sabrina ya había estado una vez en su habitación, eso fue hace seis años, y casi perdió la vida.

Sin embargo, ¿esta vez él tomó la iniciativa de llevarla allí?

Sabrina seguía luchando desesperadamente. “Sebastian Ford, si se trata de tomar una ducha, puedo hacerlo yo misma. Por favor, bájame. Si no me bajas, yo… ¡Llamaré a la policía!”.

“¿Llamar a la policía?”, se burló el hombre fríamente. “Tu eres una mujer que me debe diez millones de dólares y además estás en mi casa. ¿Estás segura de que sería útil llamar a la policía? Si crees que sí, ¿quieres despertar a tu hija ahora?”.

Sabrina se quedó sin palabras.

No se atrevió a forcejear más y se limitó a dejar que la cargara hasta el baño.

El interior del baño era grande y lujoso, y también desprendía un aura masculina fría y dominante en todos los rincones. De repente, el rostro de Sabrina se sonrojó.

Recordó que hace seis años, cuando estaba embarazada de solo tres meses de Aino, había intentado casarse con él.

De hecho, ella nunca lo había odiado, sino que le tenía un especial apego en lo más profundo de su corazón.

Solo que nunca tuvo la oportunidad de decírselo. Hubo un tiempo en el pasado, cuando ella estaba cuidando de Grace, que él también estaba presente. Cuando los dos charlaban con Grace, Sabrina sentía que ese era el momento más cálido y pleno de vida.

El hombre la dejó sobre el tocador del baño. Justo cuando iba a desabrocharle la ropa, Sabrina sujetó nerviosamente la muñeca del hombre con ambas manos. “No…”.

Realmente no estaba acostumbrada a estar a solas con él. Y estando en esa situación, sobre todo después de que él la encontró, claramente no se acostumbraría ahora, y menos sabiendo que él ya la había capturado de vuelta y quería torturarla.

El hombre le preguntó de forma extremadamente sarcástica: “¿Por qué? ¿Intentas hacerte la difícil conmigo otra vez?”.

“Después de esa noche, me enviaron de nuevo a prisión”.

“Pensé que me iba a pudrir en prisión, ¡pero llegaste tú! Fuiste tú quien me sacó de prisión. ¡La familia Lynn no tenía idea! Ni siquiera yo tenía idea de que iba a salir de prisión”.

“Pensé que era porque había ayudado a la familia Lynn, por lo que tuvieron piedad y ayudaron a comprar mi salida”.

“¡Pensé que eso era todo!”.

“Sin embargo, no esperaba que la familia Lynn me reemplazara con Selene y así aprovecharse de ti”.

“¿Y qué había de mi?”.

“¿Me sacrificaron en vano?”.