Castigado por su amor romance Capítulo 2258

Vireo no estaba sorprendido en absoluto. Ya sabía que ya estaban en un callejón sin salida. Giró la cabeza, se rio con frialdad, y dijo: "Ya están en un callejón sin salida, así que vinieron a Ciudad del Sur a pedirme ayuda. Sin embargo, ¡todavía no olvidaron causarme problemas! Estaban acusando a las personas a mi lado como estafadores o diciendo que era un idiota desagrecido. Pero, ¿cómo planearon tenderme una trampa a mis espaldas? Querían no dejarme casarme porque tenían miedo de que tenga hijos. De esa manera, toda mi fortuna y mi casa en Ciudad del Sur podrían ser suyas. No solo ustedes, sino que incluso los hijos de sus hijas podrían mudarse a Ciudad del Sur debido a mi posición en Ciudad del Sur. Simplemente querían sacar provecho de mí hasta que estuviera completamente limpio, ¿no es así? ¿Acaso no soy el hijo adoptivo más desafortunado de este mundo por tener unos padres adoptivos como ustedes? Ya que tengo pruebas sólidas que demuestran que no son mis padres biológicos, y ustedes no pueden presentar los documentos de adopción, ¿por qué debería seguir involucrado con ustedes? ¿Qué me importa si están en un callejón sin salida, vivos, o lo que sea?".

Al decir eso, Vireo fue a abrir la puerta del coche nuevamente.

"¡Vireo!", llamó Lucius a Vireo de nuevo.

Vireo miró a Lucius. "Si tiene algo que decir, dilo antes de que me suba al coche. Una vez que me suba al coche y me aleje, ¡seremos extraños!".

"Vireo, hablando de trampas. ¿No es aún más despiadado lo que tus parientes en Ciudad del Sur y tu padre rico nos han hecho? Son ricos y poderosos, y de hecho fueron al condado y contactaron a nuestros vecinos allí uno por uno, pidiéndoles que no contestaran mi llamada. Más tarde, usé el teléfono de tu cuñada para llamar a los vecinos. Entonces ellos contestaron la llamada una vez que vieron que era un número desconocido. Sin embargo, todos ellos testificaron que no eras mi hijo adoptivo. Habíamos sido vecinos durante décadas, pero todos fueron sobornados por tu padre biológico, tu hermano, y su esposa. ¿No son tus parientes de la familia Ford despiadados con nosotros? ¿No nos tendieron una trampa?".

Las cosas ya se habían desarrollado hasta estas alturas, de todos modos, así que Lucius ya no tenía nada que perder. Solo quería aferrarse a la última pizca de esperanza. Esperaba poder convencer a Vireo. Sin embargo, nunca esperó que Vireo volviera a sonreír con desdén. "¡Has considerado a todos los demás como si fueran como tú! ¿Crees que la familia Ford es rica y poderosa, así que han sobornado a todos tus vecinos? ¡Entonces déjame decirte la verdad! La familia Ford tuvo una estrategia brillante. El día que todos ustedes vinieron a mi casa para causar problemas, para tener un método completo de cortar todos los lazos con ustedes, mi hermano, Sebastian, envió a alguien en un avión a ese pequeño condado para hablar con la gente de allí. Originalmente, también querían sobornar a la gente con dinero. Sin embargo, lo que mi hermano y mi cuñada no esperaban era que esos vecinos no quisieran ni un centavo, y estuvieran dispuestos a testificar que efectivamente habías gastado dinero para comprarme. No solo pudieron testificar que ustedes habían realizado una transacción ilegal en ese entonces, ¡también pudieron testificar que habían abusado de mí desde la infancia! ¡Fue todo por su propia voluntad! ¿Sabes por qué? Eso es porque, durante tantos años, ustedes han sido insoportablemente arrogantes, irrazonables, y dominantes. ¡Los vecinos los han odiado amargamente durante mucho tiempo! ¡Ustedes se han buscado esto! ¡Han ido demasiado lejos, así que también se han metido en un callejón sin salida!".

Después de decir eso, Vireo abrió la puerta del coche para entrar.

"No, no… Vireo, no nos dejes. Sabemos que estamos equivocados". Lucius se acostó sobre la parte delantera de su coche mientras lloraba. "Realmente sabemos que estamos equivocados. Nunca más evitaremos que te cases y tengas hijos. Ya no nos aprovecharemos de ti ni te destruiremos de nuevo. Solo estaremos contigo en el futuro. Después de que tú y tu esposa tengan hijos, tu madre y yo te ayudaremos a cuidarlos. En el futuro, viviremos una vida honesta contigo. Vireo…".

Vireo se burló. "No hay necesidad, Señor y Señora Payne, realmente no puedo dejar a mis hijos a su cuidado porque temo que les enseñen cosas equivocadas. Deberían ayudar a sus tres hijas a cuidar a sus hijos. A partir de ahora, ya no tenemos nada que ver el uno con el otro".