Castigado por su amor romance Capítulo 254

“¡Vaya! ¡Mami, te ves tan bonita, eres la mamá más guapa de este mundo!”. Aino, que estaba de pie detrás de Sebastian, miró a su madre con asombro. “¿Quién te compró esta ropa, mami? Están muy bonitas”.

“Lo compro tú…”. Sabrina no estaba segura de cómo debía responder a la pregunta. Sebastian, por su parte, se veía orgulloso mientras esperaba la respuesta de Sabrina.

Sabrina inclinó ligeramente la cabeza. Tuvo que admitir que la ropa que él le había traído le quedaba perfecta, en cuanto a talla y estilo. Incluso se las arregló para conseguir una ropa interior adecuada. La atención del hombre a los detalles era simplemente extraordinaria.

“¡Vagabundo apestoso! ¿Fuiste tú quien le compró esta ropa a mi mami?”. Aino había heredado el ingenio de Sebastian. Aunque su madre no logró terminar la frase, ella se imaginó al instante que su madre hablaba de Sebastian.

“Le quedan bien”, comentó Sebastian mientras miraba a Sabrina. Su voz era peligrosamente grave: “¿Dormiste lo suficiente?”.

“Sí”, respondió Sabrina débilmente.

“Ven”. Sosteniendo la mano de Aino con su mano izquierda, Sebastian estiró su mano derecha para tomar la de Sabrina y ella accedió.

Fue entonces cuando Sabrina vio el suéter rosa y las mallas negras que llevaba puesto Aino. Las botas de cuero brillante complementaban el atuendo.

Su hija iba vestida con la misma línea de diseño que ella. Las dos, sin saberlo, iban vestidas a juego.

“Aino”. Los ojos de Sabrina se abrieron de par en par con sorpresa e incredulidad. “¿Cuándo… ? ¿Cuándo te pusiste esa ropa?”.

Aino parecía estar sumamente contenta con su atuendo, sobre todo cuando hacía juego con el que llevaba su madre.

“Mami, mi papá… Vagabundo apestoso me llevó de compras mientras dormías”, respondió tiernamente.

Una acalorada discusión estalló en el momento en que los cuatro pasaron junto a ellos.

“¡Vaya! ¡Pensé que el director era un monje o algo así! Sin embargo, ahora tiene no solo a una, ¿sino a dos bellezas en sus brazos?”.

“¿Estás ciego? ¡La pequeña es exactamente igual al director! ¡Apuesto a que esa niña es la hija del director!”.

“¡Oh, cierto, casi lo olvido! ¡Ja, ja! Entonces esa elegante dama debe ser…”.

“¡Creo que se puede decir que nuestro director finalmente tiene una jefa por encima de él!”.

“¿Jefa del director?”.