Castigado por su amor romance Capítulo 27

Sebastian no apartó su mirada fría por el grito de Sabrina. Siguió observándola con una mirada seria. Sabrina apartó a Sebastian furiosamente, recogió la bata de baño y se envolvió. Luego, se apresuró a entrar en la pequeña habitación de invitados.

Las lágrimas se deslizaron por sus ojos en el momento en que ella cerró la puerta.

La sensación de vergüenza, solo ella sabía lo insoportable que era.

Sabrina se secó las lágrimas que no podía controlar con su muñeca, y cuando estaba a punto de recoger su ropa, la puerta detrás de ella se abrió de golpe. Haciéndola estremecerse por la irrupción.

Ella miró hacia arriba y vio que Sebastian tenía un botiquín de primeros auxilios en la mano.

Sabrina usó una toalla de baño para cubrir su cuerpo. "¿Tú...? ¿Qué estás haciendo?".

El hombre no dijo nada, pero levantó la mano para agarrarla del brazo. La hizo acostarse en la cama con un movimiento rápido. Le aplicó una medicina refrescante en la espalda antes de que ella pudiera reaccionar.

La espalda de Sabrina tenía varias marcas de golpes que ni ella misma podía ver. Solo ella sabía que sentía un dolor ardiente en la espalda cuando estaba en el baño. Ahora, después de que Sebastian había aplicado la crema, ese dolor ardiente se alivió al instante.

Había heridas también entre sus piernas. Ella se acostó en la cama y se sintió tan avergonzada que no pudo decir una palabra. Ni siquiera sabía que ya le había aplicado la medicina en toda la espalda.

Él se levantó de nuevo y le dio la vuelta.

Sabrina estaba aún más avergonzada que quiso meterse en un agujero en el suelo si hubiera.

Ella cerró los ojos con fuerza, apretó las manos y los dientes.

No sabía qué pasaría a continuación.

Sabrina no se atrevió a resistirse. Vio con sus propios ojos cómo castigaba brutalmente al grupo de matones. Ella había tomado la decisión que tan pronto como él se aprovechara de ella, ¡ella irrumpiría en su habitación y buscaría a tientas sus cosas para que la mataran con tiro de flechas!

Era para mostrarle su dignidad y orgullo.

Sin embargo, el tiempo había pasado por segundos. Después de que la medicina cubriera uniformemente todas las marcas de su cuerpo, el hombre no hizo nada a continuación.

Sabrina abrió lentamente los ojos.

Ella vio un rostro oscuro, hosco y extrañamente frío.

Nunca antes había visto una expresión así en Sebastian, y su expresión de disgusto, como si quisiera matarla a tiros...

De pronto, Sabrina recordó que Sebastian siempre se había sentido muy disgustado con ella.

Si ella no hubiera tenido la capacidad de consolar las malas condiciones de Grace, Sebastian podría haberla echado de su casa hacía mucho tiempo.

¿Cómo podría él aprovecharse de ella?

Sabrina se envolvió en la toalla de baño y miró a Sebastian con una expresión fría e indiferente, "Sé que todo lo que hiciste por mí fue por tu madre, así que no te preocupes, nunca te molestaría ni acusaría porque me tocaste. ¡Si no cumplo mi palabra, me podrías castigar como quieras!".

Después de hablar, ella no volvió a mirarlo.

El hombre cerró los ojos, respiró profundo en secreto y luego dijo con una frialdad incomparable: "¡Qué bueno que lo sepas!".

Después de que él dijera eso, se dio vuelta y se fue mientras se llevaba el botiquín de primeros auxilios.

La puerta se cerró con un golpe muy fuerte.

Después de salir de la habitación de invitados, Sebastian entró al baño y tomó una ducha fría durante más de una hora.

***

Al día siguiente.

Sebastian se levantó muy temprano ya que tenía que tomar un vuelo a un país vecino. Una vez que él se levantó, calentó la leche y los bocadillos para comer. Ese día Sabrina también se levantó muy temprano. Ella vio a Sebastian desayunando en la mesa del comedor, pero actuó como si no hubiera visto a nadie.

De hecho, era cierto que Selene golpeó su rostro y que casi perdería la vida en manos de una de los Lynn.

Sin embargo, Selene sería la verdadera nuera de Grace.

"Mamá, no fue así. ¿Cómo la familia Lynn se atrevería a lastimarme ahora? Deberías mirar mal ayer. Mi cara estaba un poco hinchada ayer, pero eso fue porque me quedé despierta toda la noche durante los pocos días que estuve en un viaje de negocios. Está todo bien... Mamá, date prisa y come. Tengo que ir a trabajar después de que termines". Sabrina descartó la idea de Grace cambiando de tema.

Grace tampoco hizo más preguntas, sonrió y dijo: "Está bien, está bien, haré lo que me digas".

Después de que Sabrina vio a Grace terminar su comida, salió del hospital y se apresuró a ir a la empresa.

Sabrina fue directamente al sitio de construcción para hacer trabajos ocasionales, pero ella había perdido varios días seguidos de trabajo, por lo que no estaba segura de si el departamento de diseño todavía la querría.

Después de que ella entrara a la empresa y llegara al departamento de diseño, Sabrina fue a buscar al director de diseño ansiosamente. "Lo siento Director, estos últimos días yo... Algo surgió en casa y no tuve tiempo para solicitar unos días libres a tiempo...".

El Director se burló: "No te gusta el trabajo como una trabajadora general en el sitio de construcción, por eso faltaste al trabajo sin previo aviso durante tantos días. Entonces supongo que, saliste a buscar otro trabajo, pero ¿cuál fue el resultado? ¿No pudiste encontrar otro trabajo y tuviste el descaro de volver aquí de nuevo?".

Sabrina se mordió el labio. "No, no es así, director...".

"¡Vete!". El Director echó a Sabrina con severidad: "¡No necesitamos gente como tú! Ni siquiera tienes un diploma profesional, solo tienes experiencia en el sitio de construcción y por eso pretendes saber hacer algunos dibujitos. ¡Te falta mucho para poder alcanzar ser mi asistente! ¡Lárgate!".

Sabrina se quedó sin palabras.

Este era un trabajo que había encontrado con mucho esfuerzo. Ella nunca había esperado estar sentada en la oficina y hacer dibujos tranquilamente.

Mover ladrillos en el sitio de construcción ya le parecía una muy buena oportunidad.

"¡Sal de aquí!". El Director recogió un montón de materiales y se los lanzó a Sabrina, quien se movió y logró esquivarlos, pero ella chocó sin querer contra los brazos de una persona.

"Qué coincidencia que te encuentro aquí", dijo una voz traviesa.