Castigado por su amor romance Capítulo 28

Sabrina levantó sus pestañas largas y parpadeó unas cuantas veces. Ella no recordaba quién era el hombre a primera vista. Después de unos segundos, frunció los labios y dijo: "Amo Nigel".

El director de diseño reaccionó de inmediato como si hubiera llegado el príncipe heredero. El director se levantó del asiento, se acercó al lado de Nigel y dijo, después de inclinarse cortésmente y asentir con la cabeza: "Amo Nigel, ¿qué le trajo por aquí? ¿Está... aquí para chequear el trabajo?".

"¿Qué pasa con el personal?". Nigel preguntó despreocupadamente.

"Bueno, era una practicante novata, sin educación ni experiencia, se ausentó al trabajo durante varios días. La empresa no puede contar con una persona así", dijo el director de diseño.

"Yo.. yo nunca volvería a faltar al trabajo. Trabajaría duro para mover ladrillos en el sitio de construcción...". Sabrina estaba decidida a luchar por una última oportunidad.

"Es solo una asistente de arquitectura, ¿verdad? Nuestra compañía es enorme, por eso debemos tener compasión y paciencia. Deberíamos dar oportunidades a los nuevos empleados. Todo el mundo comete errores, ¡así que está bien siempre que corrijan sus fallas!". Nigel dijo en un tono descuidado, pero lo que dijo fue inesperadamente razonable.

El director de diseño no pudo decir nada más.

El director también pudo ver que Nigel y esta lamentable chica pueblerina parecían conocerse.

Dado que era la persona con quién Nigel quería conservar, el director de diseño no tenía más que decir.

"¡No habrá otra vez!". El director le dijo a Sabrina en un tono solemne: "Esta vez, fue porque el Amo Nigel ha decidido darle una segunda oportunidad, así que rápidamente agradezca al Amo Nigel".

Sabrina obedeció y se inclinó con rapidez ante Nigel. "Gracias, Amo Nigel, director. Iré a trabajar ahora".

"Regresa a tu escritorio primero". Dijo el director.

"De acuerdo". Sabrina se dio la vuelta y se fue.

El director de diseño miró cortésmente a Nigel. "Amo Nigel, ¿usted la conoce? ¿Quiere darle un trabajo más fácil?".

¿Un trabajo más fácil?

Nigel había visto innumerables mujeres delicadas como una flor en la oficina. Cada vez que venía a la empresa, esas flores lo rodeaban. La forma en que le hablaban como con un niño mimado y el olor fuerte de sus perfumes hizo que Nigel sintiera que iba a desmayarse.

Ahora había cambiado de gusto.

Los dos juntos le costaron tres dólares.

Sabrina comió con satisfacción incluso tomando agua del grifo.

"¡Bonita dama! ¡Te había estado buscando durante mucho tiempo!". Nigel se paró en frente de Sabrina y dijo sin rodeos.

Con el emparedado de hongos a medio comer y aún en la boca de Sabrina, ella se quedó paralizada y miró a Nigel. "Amo Nigel...".

"Puedes conservar tu trabajo gracias a mí. ¿No deberías agradecerme?", preguntó Nigel con los labios curvados en una sonrisa pervertida.

"Gracias". Sabrina frunció los labios y le dio las gracias sinceramente.

"¡Sin sinceridad!".

Sabrina preguntó: "¿Qué clase de sinceridad necesita el Amo Nigel?".