Castigado por su amor romance Capítulo 2747

Dado que querían dejar que los padres de Yvonne desahogaran sus sentimientos, sin duda tenían que dejar que abrieran sus corazones. Ruth miró a Mila con furia, se despidió de sus tíos, se dio media vuelta y se marchó.

Los padres de Marcus tampoco se molestaron en volver a mirar a Mila. Ambos regresaron a su habitación para descansar. Marcus miró a Mila con impotencia. “Primero te llevaré al hospital. Cuando te hayas recuperado un poco, te llevaré con mis suegros”.

“De acuerdo”. Mila miró a Marcus agradecida.

Hizo una pausa antes de preguntar: “¿Por qué eres tan amable conmigo?”.

Marcus se quedó sin palabras. ‘¿Lo que estoy haciendo es ser amable contigo? ¿Soy amable contigo?’.

Mila sonrió. “Con lo que estás haciendo, ya eres muy amable conmigo. Gracias”.

Marcus hizo lo posible por exhalar. Le costó mucho tiempo calmarse y no permitirse volver a patear a Mila para luego decir con calma: “Vamos. Te llevaré al hospital”.

Después de llevar a Mila al hospital y arreglarlo todo para ella Marcus se fue. Le consiguió a Mila un cuidador, le permitió usar la mejor medicina y se encargó de todo por ella. Sin embargo, él no quería seguir alrededor de Mila ni un segundo más. Se sentía asqueado al mirarla. Se sentía asqueado y culpable a la vez. Se sentía culpable hacia Mila. La forma en que Mila le lavó la ropa y le limpió el cuerpo, así como el hecho de que él la pateó agresivamente y le rompió dos costillas, hicieron que Marcus sintiera un profundo sentimiento de culpa hacia Mila. En cualquier momento aparecía en su cabeza el aspecto extremadamente lastimero de Mila. Por lo tanto, no quiso estar a su lado y se marchó solo.

Tan pronto salió de la entrada del hospital, fue rodeado por un grupo de reporteros: “Amo Marcus, ¿puedo saber si ha acogido a la Señorita Mila Murphy?”.

“¡Vete a la mierda!”, dijo Marcus.

Los reporteros nunca dejarían escapar esta oportunidad tan fácilmente. “Amo Marcus, mucha gente lo ha visto salir de casa de la Señorita Murphy esta mañana, e incluso la llevaba en brazos. ¿Ustedes... ustedes...?”.

Después de pensarlo, Marcus le preguntó al reportero con un tono abatido y descorazonado, pero frío y serio que hizo temblar a los demás: “¿Qué tiene de malo que una persona como yo tenga una pequeña estrella a mi lado? ¿Les he estorbado a todos?”.

“Entonces, ¿lo está admitiendo ahora? ¿Ha... acogido a Mila... como su... amante?”. El reportero dio varios tragos continuos.

“¿Qué piensas?”.

“Entonces, ¿le... dará los mejores recursos en el futuro?”. El reportero hizo la pregunta clave.

Marcus respondió despiadadamente: “¡No!”.