Castigado por su amor romance Capítulo 278

Resumo de Capítulo 278: Castigado por su amor

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Sabrina estaba sorprendida por las acciones de Sebastian. Estaba a punto de esconderse detrás de él cuando Aire gritó y se arrodilló frente a ella y con lágrimas en los ojos: “Señorita Sabrina, por favor, tenga piedad y perdóneme esta vez, ¿por favor?”.

Sabrina se quedó sin palabras.

“Señorita, realmente cambiaste de actitud tan repentinamente”, dijo Sabrina. “Tú fuiste la que me ordenó que te llevara los zapatos en el tocador, también fuiste la que me grito por no saber quién eras, y también me humillaste delante de todos los presentes. Ahora, la que está arrodillada frente a mí, llorando, también eres tú. ¿Cuál es la verdadera tú? Solo soy una mujer que lucha por tener una comida cada día, una mujer que lucha por su vida cada día, ¿cómo voy a saber quién eres? ¿Está mal que no te conozca? ¿Acaso ustedes, los de la alta sociedad, intimidan así a la gente?”.

Aire no sabía qué decir. Fue entonces cuando se dio cuenta de que Sabrina no sabía en absoluto que era una estrella de la industria del entretenimiento.

Aire puso ambas manos sobre las piernas de Sabrina, suplicando: “Señorita Sabrina, merezco morir. Es mi culpa, no debí haber molestado a nadie de esa manera. Por favor, perdóneme esta vez, por favor. Se lo ruego, Señorita Sabrina”.

Sabrina sacudió la cabeza. “Señorita Aire, quizás no lo sepas, pero rogarme es realmente inútil. Solo estoy aquí para ser el juguete de otra persona, ¿de qué sirve rogarme?”.

Sabrina suspiró y miró a Sebastian. “Señor Ford, si está castigando a la Señorita Aire por mí, no creo que sea necesario. No la odio y no creo que yo merezca un trato tan especial como para que tenga que castigar a esa mujer por mí. Definitivamente la está castigando por alguna otra razón, ¿verdad? Entonces, por favor, no me involucre en ello. Si realmente la está castigando por mí, entonces por favor, déjela pasar esta vez. Estoy perfectamente dispuesta a aceptar cualquier castigo que tenga para mí. En cuanto a los que ocurre entre usted y otras mujeres, yo… no quiero ser parte de ello”.

Aire asintió. “Sí, sí Director Ford. Si… si está dispuesto a perdonarme, con gusto protagonizaré personalmente todos los comerciales que el Grupo Ford tenga el próximo año. Yo… no pediré dinero por ello. Mi nombre en el país es actualmente muy…”.

“¡Piérdete”, dijo Sebastian.

“¿Qué ha dicho?”.

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