Castigado por su amor romance Capítulo 279

Sebastian repitió: “¿Una estrella de cine? ¿Una nueva reina de la industria del entretenimiento? ¿Crees que todo el mundo debería conocerte? Déjame decirte en este instante que será mejor que te retires de la industria del cine durante tres años. ¡Ni siquiera podrás aceptar anuncios publicitarios!”.

Ese ya era el castigo más leve que Sebastian podía darle a Aire. ¡Una figura pública, después de recibir un premio, estaba ordenando a otra mujer que le llevara los zapatos! Con esa clase de moral, hacerla retirarse de la industria del entretenimiento ya era un acto generoso.

“Director Ford…”. Aire estaba desesperada. “Yo... estoy dispuesta a beber, me beberé treinta copas, ¿de acuerdo? Por favor, no me haga retirarme, no me obligue a dejar de actuar”.

Hacerla retirarse de la industria del entretenimiento durante tres años y no permitirle ni siquiera hacer anuncios publicitarios acabaría esencialmente con su carrera. No podría volver a prosperar en la industria del entretenimiento. Además, después de ofender a Sebastian, ya no podría mezclarse con la alta sociedad. Aire apretó los dientes y le rogó a Sebastian que le permitiera tomar las noventa copas como castigo.

Noventa copas de vino. Puede que no sea tan fuerte como la mayoría de los licores, pero siguen siendo noventa copas. Una botella solo podría llenar entre siete y ocho copas. Después de noventa copas, Aire había terminado trece botellas enteras.

Al terminar, estaba tan borracha que se desplomó en el suelo. Vomitó como una tormenta, y las otras dos mujeres de la sala se pellizcaron la nariz con asco. “Se ha bebido trece botellas, ¡esa mujer es un desastre!”.

Aire podía estar borracha, pero no estaba inconsciente. Todavía podía escuchar lo que decían todos. Al escuchar a las dos señoras llamarla un desastre, Aire sentía que había perdido completamente su dignidad ese día.

Al final, Alex siguió siendo el más amable. Sacó a Aire de la sala, antes de llamar al personal. “Una invitada está borracha, por favor consíganle un taxi y envíenla a su casa”.

Alex estaba a punto de volver a entrar, pero Aire se aferró a su pierna. “Señor, Señor Poole, yo… ¿Qué he hecho para ofender al Director Ford? ¿Por qué… me trató así? ¿Podría decírmelo, por favor?”.

Alex miró tranquilamente a Aire. “¿Le tienes algún rencor a la Señorita Scott?”.