Castigado por su amor romance Capítulo 2780

Mila se sentó bien. “¿Qué... qué dijiste?”.

Las lágrimas brillaban en sus ojos.

Minerva la sostuvo para darle apoyo. “Yvonne, no te agites y no te muevas demasiado. Te rompieron las costillas no hace mucho. No puedes moverte con demasiada fuerza. Eso no beneficiará en nada la curación de tus costillas. Recuéstate. Debes priorizar el descanso”.

“Reconociste que soy Yvonne, ¿verdad?”. Las lágrimas de Mila corrieron instantáneamente por su rostro.

“Mm-hmm”. Minerva asintió.

“Tú... gracias, Minerva. Gracias a ti. Nunca esperé que fueras realmente la primera en reconocerme”. Mila lloró con extrema tristeza.

Minerva sacudió la cabeza. “Yvonne, no culpes a mi Tía Sabrina. La persona más cercana a ti en este mundo puede ser mi Tía Sabrina. Ella y Aino son diferentes. Aino no puede preocuparse por todo, pero la Tía Sabrina no puede hacer un juicio erróneo. Ella tiene que ser cuidadosa. En realidad, ella ya sintió que tú eras Yvonne la primera vez que te vio. Porque si no eras realmente Yvonne, es imposible que conocieras tantos detalles. Sin embargo, tu ADN es diferente. Eso es un hecho. La Tía Sabrina no puede tomar este asunto a la ligera. ¿Qué pasaría si, solo digo qué pasaría si, si ella reconoce que eres Yvonne basándose en su intuición, pero entonces otra Yvonne regresa, y ella realmente es la verdadera Yvonne? ¿Qué debería hacer entonces la Tía Sabrina? Sería muy injusto para la verdadera Yvonne. Yvonne, no culpes a mi Tía Sabrina”.

“No la culpo. Siempre será mi mejor amiga. ¿Cómo podría culparla? Lo hace por mi propio bien”. Mila lloró mientras sonreía.

“Fue jefa de una agencia de actores en el pasado. Cuando vagaba por la región noroeste, casi muero de hambre. Ella fue quien me salvó”, dijo Mila.

“¿Habías vagado por la región noroeste?”, preguntó Minerva.

Mila asintió. “Durante más de un año. En aquella época estaba muy arruinada. Mis hijos también eran muy pequeños. Básicamente no tenía trabajo. Todos los días llevaba a uno de mis hijos en brazos y al otro a la espalda, y rebuscaba en los cubos de basura de las calles y callejones de una ciudad del noroeste para encontrar algo de comer. A veces, ayudaba a otros a fregar los platos o algo así, y entonces me dejaban comer algo. No tenía dónde dormir por la noche y no me atrevía a ir a lugares con menos gente. Me enteré de que en el enorme estudio de rodaje de la ciudad había muchos actores de fondo, y que la mayoría de ellos dormían en los pasillos o en habitaciones vacías. Pensaba que, de todas formas, allí había mucha gente. Puede que el lugar sea un caos cuando hay tanta gente, pero también era relativamente más seguro. Dormí mucho tiempo entre los extras del estudio de rodaje. La gente era muy amable. A veces me daban un poco de comida”.