Castigado por su amor romance Capítulo 2802

Yvonne se quedó atónita de inmediato cuando vio a los niños.

Sin embargo, solo se quedó atónita por un segundo y sonrió de inmediato. "¿Quiénes… quiénes son ustedes? ¿De dónde vienen?".

"Mi nombre es Dulcie".

"Mi nombre es Felix".

Ambos niños miraban a Yvonne.

Yvonne miró a Marcus aturdida y comenzó a llorar. "Marcus, ¿has conseguido otra mujer en los últimos años cuando yo no estaba en casa? Si lo has hecho, házmelo saber y no te seguiré molestando. Sé que después de tantos años, incluso si fuera alguien más, es imposible que esa persona siga esperándome. Marcus, me iré".

Al decir eso, ella se dio la vuelta, pero no dio un paso más para comenzar a caminar.

"Yvonne, ¿en qué estás pensando? Solo te tengo a ti en mi corazón. ¡Nunca he conseguido otra esposa!". Marcus inmediatamente la abrazó.

Las lágrimas de Yvonne inmediatamente corrieron por su rostro. "Entonces, estos dos niños…".

"Los adopté. Son los hijos de una actriz llamada Mila. Ella cometió algunos delitos y fue encarcelada. No hay nadie alrededor para cuidar de sus hijos. Dio la casualidad de que a nuestros padres les gustan los niños, así que los dejé venir y quedarse en la casa", dijo Marcus con calma.

"¿Se dirigen a ti como… papá?", preguntó Yvonne.

Marcus sonrió. "En el futuro, también se dirigirán a ti como mamá".

Las lágrimas de Yvonne volvieron a correr por su rostro. "Marcus, tengo algo más que decirte…".

Marcus inmediatamente soltó su agarre y murmuró: "¿Qué dijiste? ¿Ellos… murieron?".

"Sí, yo era la única persona en la clínica en ese momento. Las enfermeras me dijeron que mis hijos habían muerto. Marcus, nuestros hijos fueron tan lamentables. Ni siquiera pude conocer a mis hijos que había llevado en mi vientre durante diez meses. Mis hijos… eran mis hijos. Finalmente los dí a luz con grandes dificultades, pero al final murieron… Marcus, querido, mis hijos…", sollozó.

Yvonne casi se desmayó de llorar mientras estaba parada en la entrada de la Residencia Shaw.

La forma en que se veía cuando lloraba asustó a los dos niños pequeños, por lo tanto se dieron la vuelta y salieron corriendo. Ambos corrían rápido y no dejaban de gritar: "Abuelo, abuela, una mala persona ha venido a casa".

Cuando los padres de Marcus salieron guiados por sus nietos, al principio se sorprendieron mucho. Cuando vieron a Yvonne, la pareja de ancianos quedó atónita al instante.

La madre de Marcus inmediatamente se echó a llorar. "Yvonne, ¿eres Yvonne? Hija mía, finalmente estás en casa. Yvonne, hija mía…".