Castigado por su amor romance Capítulo 291

Los otros tres en la sala se quedaron perplejos.

Casualmente, el médico a cargo de Henry estaba allí para realizar un chequeo. Detrás de él había algunos médicos más jóvenes, enfermeras y otro grupo de personas. Al llegar a la puerta, todos se quedaron perplejos.

Durante treinta segundos, ninguno dijo nada.

El primero en reaccionar fue el médico en jefe. “¡Dios mío! ¡La condición del Viejo Amo no es estable y no puede ser molestado en este momento! ¿De qué lugar de la tierra ha salido esta niña? ¡Es tan rebelde y traviesa, parece que no tiene educación! Que alguien saque a esta niña de aquí ahora mismo”.

Hasta donde sabía el médico, la familia Ford no tenía una niña tan pequeña entre sus descendientes.

No podía formar parte de la familia Ford, ni de la familia Connor.

Por derecho, ese niño no debía tener ninguna relación con el Viejo Amo Henry.

Justo cuando estaba a punto de echar a la niña él mismo, el doctor escuchó de repente la risa seca del Viejo Amo Henry. “Jajaja, ah, mi pequeña nieta, me vas a arrancar la nariz. Duele, por favor, suéltala. Te daré algo bueno para comer después de que la sueltes, y regañaré a la gente de aquí y me aseguraré de que se disculpen contigo, ¿de acuerdo?”.

Las manos de Aino seguían en la nariz del Viejo Amo. “Anciano, ¿estás diciendo la verdad?”.

“Llámame bisabuelo”, dijo Henry.

“¡Haz que se disculpen conmigo primero!”, exclamó Aino.

El anciano enfermizo de repente se animó. Se volvió hacia su hijo, su nuera y su nieto, antes de ordenarles:"¡Ustedes tres, discúlpense con mi pequeña bisnieta! ¡Ahora mismo!”.

Sean, Rose y Sebastian no sabían qué decir.

Los médicos y las enfermeras del hospital también se sorprendieron por lo que acababan de escuchar.

Como si fuera una señal, todos volvieron su atención a la niña.

Realmente era una niña linda, cuyo comportamiento adorable llenaba de luz toda la habitación.

“Lo más probable es que pueda ser dado de alta dentro de unos días”.

Sean se sintió aliviado cuando escuchó eso. “Gracias, doctor”, dijo, antes de mirar a la niña que estaba junto a Sebastian.

La pequeña podía ser una niña, pero sus rasgos se parecían demasiado a los de Sebastian.

Era obvio que pertenecía a la familia Ford.

Su audacia al haberse subido de repente a la cama del Viejo Amo y el jugar con él de esa manera, también le recordaba a Sebastian.

Tanto el padre como la hija eran increíblemente impredecibles.

Mientras Sean mantenía su mirada en Aino, sentía que empezaba a agradarle más y más.

En ese momento, la voz de Henry se oyó de repente. “¡Esta niña es parte de la familia Ford, y por lo tanto debe tener el apellido Ford!”.