Castigado por su amor romance Capítulo 320

“¡Ya veo! ¡Necesitas que te enseñen una lección!”. El primero en hablar entre los invitados fue el Viejo Amo Shaw. En el momento en que abrió la boca, todos los presentes se quedaron sorprendidos. Incluso el Viejo Amo Ford no pudo mantener una expresión seria.

Sin embargo, el Viejo Amo Ford conocía al Viejo Amo Shaw desde hacía más de cinco décadas, y los dos tenían un gran vínculo. Además, el Viejo Amo Shaw incluso había salvado la vida de Henry una vez, cuando se metió en la política. Así que, al oír a su amigo decir esas palabras, Henry no había querido otra cosa que proteger a su bisnieta, pero se vio obligado a mostrarle respeto a su viejo amigo.

Después de todo, todo esto había sido culpa de su bisnieta para empezar.

A pesar de que Henry se alegró de que la pequeña fuera una problemática tan descarada, no tuvo más remedio que mantenerse firme. Frunció el ceño y empezó a decir: “¡Aino, has sido realmente una niña grosera! Parece que tu madre no te enseñó bien, así que, en el futuro, ¡no podrás seguirla más!”.

Aino se quedó sin palabras.

El rostro endurecido del anciano era tan fiero como aterrador.

Cuando escuchó eso, la pequeña niña se sintió tan asustada que volvió a encogerse en los brazos de Sebastian.

Todos los invitados presentes sabían quién era la madre de Aino. Aunque el Viejo Amo Ford no se refiriera a Sabrina por su nombre, todos sabían que estaba hablando de ella.

El nombre de Sabrina era conocido en toda Ciudad del Sur, y así ha sido durante los últimos seis años.

La misma Sabrina incluso dio a luz a una hija para Sebastian, la niña que la familia Ford había presentado a todos los invitados aquí. Sin embargo, aunque Sebastian parecía querer mucho a la niña, Sabrina no había sido presentada como la madre.

Eso solo podía significar que Sebastian estaba planeando casarse con Selene. Después de todo, los dos ya habían entrado juntos en un salón de bodas hace seis años. Si no fuera porque Sabrina lo arruinó, su hijo ya habría tenido la edad de Aino.

No es de extrañar que Selene tuviera el descaro de arrancarle el cabello a la sobrina de la matriarca en medio de la vieja residencia de la familia Ford.

Ella debía creer que seguía siendo la prometida oficial de Sebastian.

En ese momento, alguien le dijo a Selene en voz baja: “Señorita Lynn, ¿quiere que los sirvientes le traigan una bolsa de hielo?”.

“Sé que te has ahorrado el esfuerzo de ahuyentar a Frost hace un momento, pero ahora por fin tienes algo que hacer”, dijo Sebastian casualmente.

Kingston no sabía cómo responder. ¿Iba a tener que arrastrar a Selene?

A decir verdad, Kingston siempre había sentido un poco de miedo del Viejo Amo Shaw.

Sin embargo, independientemente de sus temores, el deber de Kingston era escuchar las órdenes de Sebastian. Si Sebastian le ordenó que arrojará a Selene al río para alimentar a los peces, entonces debía hacerlo. Kingston estaba a punto de agarrar los brazos de Selene y arrastrarla fuera cuando escuchó a Sebastian preguntar: “¿Qué tan buena es la cámara de tu teléfono?”.

Con una mirada perpleja, él preguntó: “¿Qué ha dicho?”.

“Haz unas cuantas fotos de la cara hinchada de Selene. Tiene que ser clara, y asegúrate sacar una foto de cada ángulo. Haz también unas cuantas fotos extra, por si acaso”, le indicó Sebastian, con un tono relajado.