Castigado por su amor romance Capítulo 339

“¡Contesta!”.

Kingston no tuvo más remedio que armarse de valor y contestar la llamada. “Señora”.

Al otro lado de la línea, Sabrina preguntó con voz tranquila: “Señor Yates, Yvonne es su…”.

“Señora, es mi prima”, respondió Kingston mientras sudaba considerablemente.

El tono de Sabrina no cambió: “¿Cómo te enteraste de que estaba trabajando aquí? ¿Pretendes que tu prima espíe todos mis movimientos? No tienes que hacer eso, puedo dejar de trabajar si quieres. ¡No quiero que me espíen así!”.

Al otro lado de la llamada, Kingston tartamudeaba mientras intentaba explicarse. “Eso, eso no es así, señora. Usted... definitivamente lo malinterpretó. En realidad, yo… cuando le envié las fotos de Selene, ¿no la agregué en WhatsApp? Como ahora soy un contacto suyo, yo... puedo ver las historias que publica”.

“Cuando vi la historia que publicó sobre la empresa en la que ha comenzado a trabajar, me di cuenta de que era una gran coincidencia, ya que mi prima también trabaja allí. Cuando me enteré, le informé de la situación al Joven Amo. Así que el hecho de que mi prima la ayude a incorporarse a la empresa no es más que la forma que tiene el Director Ford de mostrar cierta preocupación por usted”.

Sabrina respondió: “Oh…”.

Ella recordó que ese mismo día había publicado una historia. En ese momento, Sabrina solo lo había hecho para aliviar su estado de ánimo, ya que pensó que no tenía ningún contacto allí de todos modos.

Había olvidado que había agregado a Kingston a su lista de contactos antes.

Mientras tanto, el corazón de Kingston palpitaba erráticamente. Tenía muchas ganas de preguntarle a Sabrina si podía dedicarle unas palabras de agradecimiento al Joven Amo Sebastian.

¿Quería ella expresar su gratitud?

Para su desgracia, Sabrina simplemente gruñó antes de colgar.

Incluso cuando Kingston había aclarado las cosas hace un momento, ella no quería darle las gracias a Sebastian porque no sabía en absoluto lo que tenía en mente. Los planes de Sebastian eran demasiado impredecibles, y no eran cosas que ella pudiera entender fácilmente.

Sabrina tampoco quería entenderlos.

Como solo quería que sus días transcurrieran en paz, Sabrina pensó que lo mejor sería no tratar de indagar más.