Castigado por su amor romance Capítulo 340

Sabrina levantó la mirada hacia la mujer que le estaba gritando.

La mujer vestía un traje increíblemente costoso, y también llevaba unos tacones de más de diez centímetros de altura. Llevaba unos pendientes muy exagerados que combinaban con su seductor cabello negro. Sabrina se dio cuenta de que la mujer seguía mirándola con una expresión desafiante. Empezó a gritar de nuevo: “Te pregunto de nuevo, ¡¿qué haces aquí?!”.

Cuando Yvonne vio a la mujer, se encogió detrás de Sabrina y empezó a darle pataditas debajo de la mesa. Aunque Yvonne no dijo nada, Sabrina entendió lo que intentaba decir. Yvonne le estaba diciendo que no debía meterse con la mujer que tenían enfrente.

Sin embargo, aunque Sabrina volvió a mirar a la mujer, seguía sin reconocerla en absoluto.

A veces Sabrina se preguntaba si había nacido para atraer problemas.

¿Por qué las mujeres a las que Sabrina no podía permitirse ofender siempre parecían conocerla?

Sin embargo, teniendo en cuenta todo esto, tenía cierto sentido.

Hace seis años era una figura notoria en Ciudad del Sur, así que, naturalmente, mucha gente la reconocería.

Incluso se había hecho viral una vez.

Al fin y al cabo, ¡no existía la mala publicidad!

Sabrina mantuvo una expresión tranquila y dijo rápidamente: “¡Lo siento, no la conozco!”.

Era su primer día de trabajo, así que quería evitar problemas.

Mientras la mujer que tenía enfrente no le lanzara mierda a la cara, Sabrina podía arreglárselas para ignorarla.

Mientras tanto, cuando Yvonne vio esto, se quedó boquiabierta.

Tras un breve momento, susurró: “Sabrina, ¿no la conoces?”.

Sabrina se llevó algo de comida a la boca. “En esta empresa, solo conozco a la directora de la empresa, Linda, que me está enseñando todo, y a ti”.

Con un tono frío, Sabrina le preguntó a la mujer: “¿Eres la prima de Mindy?”.

¡Este mundo era demasiado pequeño!

Yvonne le aconsejó amablemente: “Sabrina, la Señorita Ruth es una figura bastante importante en nuestra empresa, así que deberías tratarla con más respeto”.

Ella no tenía otra opción, ya que era Kingston quien le había pedido que ayudara a Sabrina.

Aunque la familia Yates era una familia regular en Ciudad del Sur, la posición de Kingston era diferente a la del resto de sus parientes. A menudo había ayudado económicamente a la familia de Yvonne, e incluso solía comprarle ropa nueva con regularidad cuando aún estaba en la universidad.

Por ello, los dos primos tenían una relación muy cercana.

Así que, pase lo que pase, Yvonne tenía que encargarse de aligerar cualquier relación que Sabrina tuviera con otras personas de la empresa. Aunque era un lugar pequeño, las personas de la empresa, como Ruth, no eran figuras insignificantes.