Castigado por su amor romance Capítulo 352

Sabrina disfrutó viendo cómo Aino se deleitaba con su propio trabajo.

Fue realmente conmovedor ver a una niña logrando algo por sí misma.

Además, la experiencia parecía motivarles tanto a ella como a Aino.

Después de construir su primer robot con dedicación y perseverancia, el interés de Aino empezó a crecer también. Incluso exigió construir un segundo.

Sin embargo, cuando escuchó esto, Sebastian levantó las cejas y le advirtió: “Este es aún más difícil que el que terminaste antes”.

No esperaba que Aino tuviera éxito esta vez.

Después de todo, todavía era una niña. Además, creía que debía haber un orden para todo, y eso incluía también la construcción de robots. Había que progresar gradualmente, comenzando con algo sencillo antes de pasar a uno más difícil.

Sin embargo, esto solo hacía que Aino fuera más competitiva. Volvió a enarcar las cejas hacia su padre.

“¡Ja! Papá Vagabundo Apestoso, no me desprecies. ¿Quieres apostar si yo también puedo construir esto?”.

“¡No creo que puedas!”. Sebastian se burló de ella.

Un hombre de treinta años que había pasado por las dificultades de la vida se comportaba de forma tan infantil. Incluso había desafiado a su propia hija como un niño pequeño.

Quizás Sebastian no se daba cuenta de lo infantil que sonaba en ese momento.

Sin embargo, Sabrina tenía curiosidad por saber si su hija podría construir este segundo robot, pero al mismo tiempo, empezó a preocuparse por Aino.

Efectivamente, este robot era mucho más complejo. Si hubiera sido la Aino de hace treinta minutos, definitivamente habría renunciado a intentarlo sin siquiera empezar. Sin embargo, ahora estaba muy motivada para construirlo, casi como si hubiera descubierto de repente su potencial oculto.

Cuando empezó, Aino intentó armar las piezas unas cuantas veces por sí misma, sin pedirle pistas a su padre.

Sin embargo, en su cuarto intento, ya se había vuelto mucho más hábil y podía incluso hacer uso de métodos mucho más creativos.

A medida que experimentaba, Aino se dio cuenta de que el robot podía construirse de diferentes maneras que le permitían tener un aspecto diferente. Con cada nuevo método que probaba, el robot cambiaba de forma.

Como Aino había girado la cabeza, Sabrina podía ver ahora claramente la cara de Sebastian.

Su habitual aspecto frío y apuesto había sido sustituido por una cara de cerdo de nariz enrojecida.

Al verlo, Sabrina no pudo contener la risa. “Pfft...”.

Sin embargo, empezó a arrepentirse una vez que se calmó.

Estaba preocupada de que Sebastian quisiera vengarse partiéndole el cuello por la mitad.

Sin embargo, para su sorpresa, él se limitó a levantar a Aino y la miró con cariño: “¡Perfecto! ¡Digna de ser mi hija!”.

Por alguna razón, no parecía enfadado en absoluto. De hecho, incluso parecía muy orgulloso.

¿Era realmente cierto, entonces, que todo el mundo eventualmente encontraría a su pareja?