Castigado por su amor romance Capítulo 366

“¿Sabes conducir?”, le preguntó Sebastian, que estaba sentado en el coche.

Sabrina se sintió confundida por la repentina pregunta, pero respondió de todas maneras. “No”.

Mientras tanto, Kingston, que los estaba escuchando, añadió: “Señora, en esta época, en la que todo el mundo tiene licencia de conducir, ¿cómo es que usted no sabe conducir?”.

Esta misma mañana, Kingston había estado muy preocupado de que su Amo Sebastian lo despidiera. Sin embargo, ahora, solo unas horas más tarde, volvió a actuar amistosamente con Sabrina. Ni siquiera el propio Kingston se daba cuenta de lo atrevido que se había vuelto últimamente.

Sin embargo, su pregunta hizo que Sabrina se quedará aturdida por un momento.

Mientras estaba sentada en el coche sin decir una palabra, sus ojos delataban una mirada de desolación.

Si cualquier otro recién llegado se hubiera enfrentado a los mismos problemas que Sabrina pasó en la empresa, sin duda habría renunciado al primer segundo.

Sabrina no.

Desde que cumplió doce años y pasó los días siendo intimidada y despreciada por la familia Lynn, Sabrina aprendió a ser fuerte. Si hubiera huido cada vez que se enfrentaba a un problema, perder la oportunidad de recibir una buena educación hubiera sido la menor de sus preocupaciones.

Incluso podría haber muerto de hambre.

Por eso, satisfacer sus necesidades básicas siempre había sido su principal preocupación, no tenía tiempo para soñar con nada más, y mucho menos con tener un coche algún día.

Así que, naturalmente, nunca pensó en obtener su licencia.

Lo único que recordaba era que Selene ya tenía su primer coche incluso antes de que ambas cumplieran los 18 años. Además, era un coche deportivo que valía más de un millón de dólares. En aquel entonces, como Selene aún no tenía edad para sacar la licencia de conducir, solo podía conducirlo por una carretera abandonada cerca de su casa para experimentar la emoción de conducir.

Luego, un fin de semana, cuando Sabrina no tuvo más remedio que volver con la familia Lynn para conseguir algo de dinero, vio a Selene conduciendo su nuevo coche deportivo. Sin embargo, era una conductora muy mala, y giraba el volante de forma violenta.

Cuando el coche empezó a patinar y a deslizarse por la carretera, le gritó a Sabrina: “¡Sabrina Scott! ¿Estás ciega? Puedes verme claramente conduciendo aquí, ¡y sin embargo te pones en medio del camino a propósito!”.

Cuando se despertó, ya eran más de las diez de la noche. Hambrienta y con frío, tocó la puerta durante mucho tiempo antes de que una sirvienta llegara y le abriera, mientras espetaba con dureza: “¡Eres tú! Te quedas fuera hasta tarde a una edad joven. ¿Qué hacías afuera? ¡Apestas! ¡Aléjate de mí!”.

Diciendo eso, la sirvienta se dio la vuelta y regresó a su propia habitación, dejando a Sabrina sola fuera en el jardín.

Intentó llamar a la puerta innumerables veces, pero nadie fue a abrirle.

La sirvienta solo se quedó junto a la ventana, bostezando mientras gritaba: “¡Para, estás haciendo mucho ruido! Eres tú la que ha venido a casa en mitad de la noche, ¡así que te mereces ser castigada!”.

Sabrina había pasado el resto de la noche en el jardín, con frío y hambre. Al final, para evitar morir de frío, tuvo que pasar la noche durmiendo en la casa del perro de la familia Lynn.

Así era como la habían tratado en la familia Lynn.

Habían pasado más de diez años desde el incidente, pero pensar en eso todavía la hacía llorar.