Castigado por su amor romance Capítulo 428

Nigel miró a Sebastian boquiabierto. “Sebastian, te lo ruego. De todas formas no te gustaba, tú…”.

Sus palabras fueron interrumpidas por Sebastian. “Nigel, mi paciencia tiene un límite. Para mí, el parentesco solo era aplicable a tu tía. Sin embargo, aparte de tu tía, tu tío ni siquiera tenía espacio en mi corazón, y mucho menos tú”.

“Será mejor que recuerdes esto. ¡No utilices el parentesco entre nosotros para colmar mi paciencia contigo!”.

“¿Para competir conmigo por una mujer?”.

“¡Todavía tienes que ver si tienes los medios para competir conmigo!”.

“Sin embargo, como tu primo, te informo de esto. Como la tuviste una vez y la perdiste, entonces solo pudiste encontrar la manera que estuviera a tu lado, pero no para mantenerla a tu lado, pero yo sí”.

“Eso solo puede significar que yo soy más capaz y tengo más medios que tú”.

“¡Piensa bien antes de hacer algo en el futuro!”.

“¡Esta será la última oportunidad que te doy!”.

Nigel se quedó sin palabras.

Observó con los ojos muy abiertos cómo Sebastian se ponía de pie, se arreglaba despreocupadamente el traje y salía. Nigel no sabía de dónde había sacado el valor, pero corrió tras Sebastian y lo agarró del brazo. “Sebastian, escúchame, Sebastian”.

“Sé que no valgo nada aquí, y sé que mi madre casi perdió su orgullo frente a ti. Incluso sé que podrías hacer que me mataran en el próximo segundo. Sin embargo, ya lo pensé bien. Cuando se trataba de otros asuntos, yo podía seguir viviendo sin ambición, y pasar los días a la deriva, o incluso tener una actitud frívola”.

“Sin embargo, cuando se trataba de Sabrina, no puedo”.

“Solo Sabrina”.

“Sebastian, cualquier cosa que quieras, puedes decírmelo, incluso si quieres quitarme la vida. Puedes hacer que me maten, y luego dejar libre a Sabrina”.

“¿Podrías hacer eso, Sebastian?”.

Sebastian se quedó sin palabras.

“Yo siempre seré tu primo”.

Nigel no sabía qué más decir.

Mientras estaba sorprendido, Sebastian ya había salido de la cafetería.

Nigel tenía una especie de inquietud indescriptible en su corazón. No sabía qué quería decir su primo con eso. ¿Le gustaba Sabrina? ¿Era una especie de posesión para él?

Salió del café y subió a su coche. Nigel llamó inmediatamente a su abuelo en la vieja residencia Ford.

Su abuelo tenía ya más de cien años, pero no era ni sordo ni ciego. Esto se debía a que se cuidaba mucho de joven. Henry se alegró aún más cuando vio que su nieto lo llamaba que cuando Sebastian volvió a casa.

“Nigel, dime, ¿cómo está ahora el estado de tu Abuelo Shaw?”, preguntó Henry.

“Abuelo, mi primo llevó... llevó a esa mujer a la vieja residencia Ford. ¿Ya se la presentó a la abuela, a mi tía y a mi tío?”. Nigel quería decir inicialmente el nombre de Sabrina, pero actuó con cautela y se refirió a “Sabrina” como “esa mujer”.