Resumo de Capítulo 456 – Castigado por su amor por Internet
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Sebastian se quedó callado.
Esta era la primera vez que tomaba la iniciativa. Su rostro estaba enrojecido. Sus mejillas calientes se presionaron contra su pecho frío, por lo que tuvo una sensación diferente al instante.
El hombre levantó su pequeño rostro y la miró. Ella estaba muy extraña hoy, pero no había dicho por qué. Sin embargo, no era el momento de preguntarle.
Llevó sus brazos hacia adentro y la levantó del suelo.
Su tono se volvió profundo y ronco. "Parece que les agradas bastante a los compañeros de tu empresa".
"No ... No", dijo tartamudeando.
"¿Sabías que no sabes mentir?", dijo el hombre con leve molestia.
Sí, ella no sabía mentir.
A ella no le interesaba agradarle a los colegas masculinos de la empresa; quizás ni siquiera les gustaba. ¿Qué habilidades tenía ella? Es solo que los colegas masculinos eran más amplios de mente en comparación con sus colegas femeninas y causaban menos problemas.
No podía soportar las cosas que le hacían esas mujeres chismosas.
Ella no estaba mintiendo.
Sin embargo, no pudo evitar ponerse nerviosa cuando estaba frente a él.
Estaba tan nerviosa que no podía hablar.
Estaba tan nerviosa porque él no dejaba de mirarla como si estuviera mintiendo. De repente, el hombre ejerció fuerza y la arrojó a su gran cama.
Su cama era blanda y grande, lo que la hacía parecer muy pequeña.
Debido a su fuerza, su camisón se levantó al caer en la cama. Él estaba sorprendido al ver que no tenía nada debajo del camisón.
¿Ella fue allí para entregarse a él hoy?
Él todavía quería castigarla. Podía sentir su enfado y molestia.
Ella no le preguntó por qué estaba tan molesto.
"¡Te lo mereces!", dijo el hombre con rabia.
Sebastian estaba enojado consigo mismo. ¡No quería admitir que eran celos!
¡No quería admitir que estaba celoso de los colegas masculinos de Sabrina!
Ella se agotó, y se quedó dormida en sus brazos. El hombre bajó la cabeza, miró a la mujer y la besó profundamente en la frente. Se levantó para sacar una toalla seca del baño y les secó el sudor a ambos. Luego la abrazó de nuevo para dormir.
***
El día siguiente.
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