Castigado por su amor romance Capítulo 484

Sabrina se dio la vuelta y vio un rostro familiar. La mujer estaba vestida de forma elegante y derrochaba arrogancia con cada movimiento que hacía.

"Lo siento, pero, ¿tú eres...?", preguntó Sabrina, tratando de descifrar en su memoria el rostro que tenía enfrente, pero parecía no poder hacerlo.

"¡Ja! ¡Deja de jugar! ¡Hemos hablado un par de veces! ¡Tu hija sigue quitándole juguetes a mi hija y tú siempre vienes a devolverlos!, y ¿ahora intentas fingir que no me reconoces?".

Sabrina finalmente recordó que la mujer que tenía delante era la madre de Carol, la compañera de clase de Aino. A Carol le gustaba regalarle sus juguetes a Aino, aunque Aino los rechazaba.

Los niños estaban aprendiendo a compartir, por eso el gesto de compartir los juguetes, pero la madre de Carol insistía en que Aino era quien tomaba los juguetes de otros niños y los hacía pasar como suyos.

La madre de Carol se acercó a Sabrina en dos ocasiones por eso y Sabrina había devuelto los juguetes ambas veces sin ningún problema. Ellas solo habían hablado dos veces y en ambas ocasiones Sabrina se fue apenas devolvió los juguetes, ¿cómo iba a poder reconocerla? Pero, por supuesto, lo recordó.

Con la herida en su mejilla, Sabrina no quería llamar la atención, por lo que preguntó cortésmente: "¿Puedo ayudarte en algo?".

"Mami", susurró Aino. "La madre de Carol se ve enojada. Pero no tengas miedo, si la Mamá de Carol te intimida, te ayudaré a golpearla".

"¡Aino Scott! ¡No hables así!".

"Yo también veo telenovelas, Tía. Son programas de televisión en los que solo el príncipe y la princesa son buenas personas y hay muchas mujeres malas alrededor de ellos. Esas mujeres malas siempre harán todo lo posible para evitar que la princesa se case con el príncipe. Eso es telenovela, Tía", explicó Aino dulcemente, tratando de ser sarcástica sin que ninguno de los adultos se diera cuenta. La madre de Carol estaba sorprendida y Sabrina no podía entender lo que quería decir su hija.

Lo que nadie sabía era que Aino nunca había visto telenovelas. Fue Kingston quien se lo contó el domingo pasado cuando fue a recogerla temprano para pasar el día.

En ese momento, Aino estaba disgustada y le preguntó: "Tío Kingston, ¿por qué me estás sacando? ¿No deberían papi y mami sacarme a jugar?".

"Tu papi está ocupado, así que hoy estás atrapada conmigo", la consoló Kingston.