Castigado por su amor romance Capítulo 491

Ella le puso los ojos en blanco, decepcionada del grupo de mujeres ingenuas que tenía enfrente. "A nadie le gustan estos juegos. ¿De verdad creen que son parte de la clase alta solo porque de repente valen decenas de millones y son dueñas de algunas propiedades? Deberían mirarse al espejo".

Las mujeres adineradas se quedaron sin palabras.

Emma continuó: "Un grupo de pueblerinas como ustedes, jugando sus estúpidos juegos. Incluso alquilaron la habitación más grande de este hotel, que es propiedad de mi familia. Solo les cobramos 600.000, ¡¿eso les hizo pensar que estaban en un motel barato?!".

La madre de Carol fue la primera en responder. Después de todo, la familia Long poseía cientos de millones de propiedades en Ciudad del Sur. Ella trató de sonreír a modo de disculpa. "Mm… Señorita Poole, gracias por su consejo, creo que... hemos aprendido nuestra lección".

"¿Aprendieron? ¿Qué han aprendido?". Emma se rio con frialdad y le respondió con una pregunta. "¿No sabes que la mujer que acaba de irse es una cazafortunas que seduce a los hombres adinerados a propósito? ¿Sabes lo astuta e inmoral que es? Sin embargo, ustedes se asocian con ella. ¿No tienen miedo de que ella seduzca a sus maridos y les haga pasar el resto de su vida solas y miserables?".

La madre de Carol preguntó nerviosa: "¿Ella... realmente haría eso?".

Emma levantó las cejas. "Eso no es ni la mitad. ¡Irá tras los maridos de quien odie! Y ella nunca falla…".

Al escuchar eso, la madre de Carol se sintió conmocionada, mientras Emma disfrutaba al ver su expresión sorprendida.

Satisfecha, Emma hizo un gesto con la mano a las mujeres. "Está bien, suficiente. Mujeres tontas, será mejor que salgan de mi hotel lo antes posible. ¡Solo verlas me da dolor de cabeza! ¡Salgan ahora!".

El grupo de mujeres, que normalmente actuaba con arrogancia, ahora inclinó la cabeza sin decir una palabra antes de salir de la habitación lo más rápido que pudieron, como ratas de alcantarilla.

Sin embargo, la madre de Carol mantuvo la cabeza en alto.

Por el rabillo del ojo, vio el bolso de mano de Sabrina en la sala.

Recordó la escena en la que Sabrina acababa de entrar en la habitación con la bolsa de aspecto tosco en las manos.

Para su sorpresa se veía muy bien con su ropa elegante y limpia.

Bueno, ella no volvería aquí de nuevo.

De todos modos, no era una bolsa valiosa.