Castigado por su amor romance Capítulo 496

La voz arrogante y a la vez despreocupada de Emma se escuchó desde el otro lado de la llamada. "Sabrina, ¿ya comiste?".

Sabrina bajó el teléfono un momento y se volvió hacia su hija, que acababa de terminar de beber su vaso de leche. "Aino, tengo que atender esta llamada. Mientras tanto ve al guardarropa y elige una chaqueta que te guste. Me la puedes enseñar después de ponértela. ¿De acuerdo, cariño?".

"¡Está bien! Puedo hacer un buen trabajo yo misma". Cuando su padre no estaba en casa, Aino podía ser muy independiente, como una pequeña adulta. Su madre no tenía que preocuparse por ella en absoluto.

Después de ver cómo la niña saltaba hacia el guardarropa, Sabrina tomó el teléfono y volvió a la llamada. "Emma, se te ha ocurrido una mejor forma de meterte conmigo, ¿verdad?".

Emma respondió con una sonrisa: "Vaya, eres una mujer inteligente".

Sabrina continuó: "¿Te gusta Sebastian?".

"¡¿De qué estás hablando?!". Emma se enfadó de repente al darse cuenta que su secreto se había revelado.

"¿Me equivoco?", le espetó Sabrina.

Emma trató de mantener la calma y preguntó: "¿Cómo sabes que me gusta Sebastian?".

Al oír esto, Sabrina se burló despectivamente. "Una mujer egoísta, malvada y retorcida como tú seguro que no me atacaría solo para vengar a Selene o a tu hermana, y mucho menos por un sobrino. Solo puedes hacerlo por ti misma. Porque estás celosa de que sea la mujer de Sebastian, ¿verdad?".

Las palabras de Sabrina parecieron conmocionar a Emma.

Tras un momento de silencio, replicó: "¿Y qué? Ni siquiera puedes protegerte a ti misma, así que ¿por qué ibas a tener tiempo libre para hacer suposiciones sobre mí?".

Sabrina respondió rotundamente: "No me importa lo que intentes hacer. Solo necesito saber lo perversa que eres, ¡para poder recordarle a Sebastian que proteja a su hija!".

"Tú... Sabrina, ¿me estás amenazando?", preguntó Emma enfadada, en su tono se podía escuchar claramente la envidia.

Sabrina continuó sin remordimientos: "¿Amenazando? Solo soy un trozo de carne que se puede preparar en una tabla de cortar. ¿Qué derecho tengo a amenazar a alguien? Estoy aquí si quieres matarme, pero si te atreves a tocar a mi hija, Emma, ¡te enseñaré lo que es capaz de hacer alguien que no tiene nada que perder!".

Al escuchar esto, Emma se quedó sin palabras.