Castigado por su amor romance Capítulo 537

De cualquier manera, Sebastian ya había perdonado a Aire en una ocasión. Aire había insultado a su esposa, pero Sebastian no quiso su vida y solo la castigó con beber 90 copas de vino y la obligó a retirarse de la industria del cine.

¿Por qué tuvo que hacer algo tan estúpido?

Nunca consiguió superar esa pérdida. Siempre sintió que Sabrina estaba por debajo de ella y que debía ser pisoteada por ella.

No sabía que Sabrina era la mujer que no se enemistaba con nadie y vivía una vida sencilla y honesta.

Sabrina no estaba por debajo de Aire. Simplemente, a Sabrina no le gustaba presumir ni pelearse con nadie.

¡Aire!

Ella tendría que lidiar con las consecuencias de sus actos.

Sebastian ni siquiera miró a Aire y, en su lugar, atrajo a Sabrina, colocando su mano ligeramente bajo la nariz de está última.

Estaba impidiendo que Sabrina respirara ese olor.

Sebastian podía recordar claramente que Sabrina no podía soportar ese fuerte perfume del cuerpo de Aire, y ese día, el perfume de Aire era aún más intenso que de costumbre.

Sabrina frunció las cejas.

No estaba acostumbrada a olerlo y sentía picor en la nariz.

No pudo contenerse más y estornudó justo en la cara de Sebastian.

"¡Ah!". Kingston vio esa escena cuando regresó del exterior e inmediatamente sintió que era una escena bastante linda, aunque su Joven Amo estaba matando personas casualmente en ese momento.

La Señora había estornudado en la cara del Joven Amo.

Si fuera cualquier otra persona, ¿seguiría viva?

Sin embargo, Sebastian trató el estornudo de la señora como un tesoro. Sacó el pañuelo de su bolsillo, pero parecía que no estaba dispuesto a limpiarlo.

Kingston estaba sorprendido.

"Señorita Aire, todavía no lo sé. ¿Cuándo te ofendí?".

"Ni siquiera sabía quién eras"

Eso es lo más que Sabrina había hablado durante el banquete.

Aire insistió en que ella sostenía sus zapatos a pesar de no conocerse la última vez que la vio.

Esta vez no tenían nada que ver, pero Aire la buscó para vengarse.

¿Era Sabrina tan fácil de odiar?

"¿La perdonas?". Sebastian volvió a pedir la opinión de su esposa.

"¡No la conozco!", dijo Sabrina con calma.

"Envíala a alguna mina en un país remoto que no tenga mujeres para que esté sola hasta que se muera". Volvió a decir Sebastian casualmente.