Castigado por su amor romance Capítulo 543

A ellos Sebastian todavía los respetaba.

Su expresión permaneció severa, y le dijo a Marcus con calma: “Marcus, los Shaw no tenían responsabilidades con un desconocido. Esta mujer usó la influencia de su familia, causó todos estos problemas y arruinó la reputación de la familia Shaw. Por lo tanto, hagamos esto. Hoy decidiré por ti que esta mujer ya no es parte de tu familia. No la ayudes más”.

La vida de Mindy se salvó, al menos con estas palabras.

Sin embargo, ella sintió como si su corazón se hundiera en un cubo de hielo.

Prohibir que la familia Shaw la ayude.

¿Cómo iba a sobrevivir entonces?

Nunca había trabajado antes y no tenía idea de cómo mantenerse por sí sola. Se graduó de la universidad, pero no tenía ninguna habilidad para la vida.

No sabía cómo sobrevivir y todo lo que tenía, desde la ropa hasta la comida, era de la mejor calidad. Gastó casi un millón cada mes durante los últimos años. Estaba acostumbrada al estilo de vida lujoso. ¿Qué haría una vez que perdiera su fuente de ingresos tan repentinamente?

Ella estaría en quiebra en menos de tres años.

Sin embargo, eso podía estar bien.

Podría aprender a ser frugal y podría aprender a ganarse la vida de aquí a ese momento, ella estaría bien mientras tuviera vida.

Sin embargo, Sebastian agregó débilmente: “Kingston, pide al banco que congele todos los activos de la Señorita Mann”.

Mindy dijo: “Tú ... ¿Cómo puedes...?”.

Antes de que pudiera terminar, vio la mirada fría y tranquila de Sebastian dirigiéndose hacia ella. “¿Qué dijiste?”.

“No ... nada, gracias, Amo Sebastian”. Mindy salió del salón de banquetes tan rápido como pudo.

Todos los demás en el salón de banquetes que habían atacado a Sabrina, con sus crueles palabras y miradas de disgusto, o aquellos que la obligaron a estar a una pulgada de perder su vida, fueron todos castigados en consecuencia.

Ninguno de ellos se atrevió siquiera a dejar escapar una sola palabra.

Las mujeres adineradas que habían esperado que Sebastian llegara y le diera una lección a Sabrina lamentaron profundamente sus acciones, pero no había lugar para el arrepentimiento en este mundo.

Kingston respondió de inmediato: “¡Sí, Señor!”.

Inmediatamente levantó al hombre confundido.

Nadie supo cuándo apareció el arma en la mano de Sebastian. Era negra, pequeña y elegante, fría al tacto y fue completamente silenciosa cuando la bala salió disparada hacia el hombre.

Nadie vio lo que pasó.

Todo lo que vieron fue a Sebastian y al hombre abrazándose como viejos amigos. Sin embargo, cuando Sebastian lo soltó, el hombre cayó al suelo lentamente.

Dejó escapar un gemido de dolor: “Ay…”.

Los reporteros se quedaron conmocionados.

El hombre se llevó las manos a la entrepierna. “¿Yo…? ¿Me convertiré en mujer ahora? Ay, duele…”.