Castigado por su amor romance Capítulo 564

Al notar su expresión de asombro, Sabrina se dio cuenta de que parecía estar coqueteando con él. Se sonrojó. Él no trató de aumentar su vergüenza, sino que se levantó y dijo: "Estamos tarde, tenemos que irnos ya".

Sabrina asintió. "Sí".

Los dos tomaron cada uno una de las manos de Aino y se fueron. Detrás de ellas, la Tía Lewis y la Tía Tianna suspiraron felices.

La Tía Lewis dijo: "La Señora es una buena mujer, y el Señor está más tranquilo ahora, pero nunca nos ha tratado mal a nosotros los sirvientes. Realmente no entiendo por qué hay tantos rumores sobre la Señora en internet. Si supiera quien es el responsable, hablaría con ellos".

"No hay necesidad de hacerlo, Tía Lewis. Esta mañana se eliminaron todos los artículos, ahora que el Señor esté de vuelta, podrá encargarse de todo", dijo la Tía Tianna.

La Tía Lewis se sintió aliviada. "Eso es bueno. Deberían arrestar a toda esa gente que difunde esas noticias falsas. Veremos si en el futuro siguen atreviéndose a perjudicar a la gente de esta manera".

La Tía Lewis solo estaba descargando su ira. Lo que ella no sabía era que esos reporteros y las empresas de entretenimiento o medios de comunicación que estaban detrás de ellos habían desaparecido de la noche a la mañana. Nadie sabía qué les había pasado. Esta ciudad era enorme y todo el mundo estaba ocupado con sus propias vidas, ¿a quién le iba a importar?

Los comentarios negativos sobre Sabrina ya no se podían encontrar en internet. Además, ella siempre optaba por pasar desapercibida y no se vestía de forma demasiado llamativa, así que aunque la página oficial del Grupo Ford estaba repleta de comentarios sobre ella y Sebastian, nadie la reconocía cuando caminaba por las calles.

Primeramente, las malas noticias solían propagarse como pólvora, mientras que las buenas noticias viajaban como el correo postal. Estaba felizmente casada con Sebastian, los dos disfrutaban tan dulcemente de la compañía del otro. Aunque todo el mundo se hartaba de chismes por la noche y estaban celosos, aun así, esas buenas noticias no se propagaban tan rápido como los desagradables rumores sobre ella.

Aino se sentó entre sus padres mientras se dirigían juntos al jardín de niños. Como hoy llegaban un poco tarde, la mayoría de los niños ya habían entrado en el edificio cuando ellos llegaron y Sabrina no se encontró con ninguno de los padres de los niños.