Castigado por su amor romance Capítulo 615

"Haz que alguien entregue su coche en su ciudad natal. Está en un condado pequeño, ¿verdad? El terreno es extenso y no hay mucha gente conduciendo allí. Déjala que practique el manejo en este coche mientras se encuentre allá", instruyó Sebastian.

Kingston le recordó a Sebastian: "...Amo Sebastian, en esa ciudad hay servicio de alquiler de coches".

"¡Me preocupa que sus coches no sean seguros!".

Kingston se quedó sin palabras. 'Este coche tiene un precio alrededor de siete u ocho millones, ¿y está dispuesto a dejar que la Señora lo lleve a su ciudad natal para practicar su manejo?'.

'¿No puede hablar en serio, Amo Sebastian?'.

'Amo Sebastian, permítame recordarle que ahora hay muchos coches de alquiler en los condados pequeños. Hoy en día, hay buenos coches en todos los lugares, ¿de acuerdo?'.

Sin embargo, Kingston se guardó sus pensamientos para sí mismo. Él no se atrevería a refutar las órdenes de su amo de esa manera.

"Está bien, Amo Sebastian, me encargaré de ello", dijo Kingston con respeto.

Sabrina, por otro lado, miraba a Sebastian con las cejas fruncidas. "Tú…".

¿Estaba hablando en serio?

"¿Qué?", preguntó Sebastian.

Sabrina era consciente de que no podía competir con él, por lo que simplemente sacudió la cabeza. "No es nada. Practicaré bien si tengo tiempo. Mmm".

Después de decir eso, rápidamente entró al coche.

Una hora después, Sabrina llegó a su empresa. Cuando se bajó del coche, Yvonne y Ruth estaban paradas frente a la entrada del edificio, esperándola.

"¿Qué pasa? ¿Por qué están afuera?", preguntó Sabrina.

Ambas la miraron con vergüenza.

"¿Qué pasó?". Sabrina se sonrojó de repente.

Ella se miró detenidamente de arriba a abajo.

¿Podría ser que algunas marcas se veían en su cuello o en alguna otra parte del cuerpo? Cuando pensó en lo agresivo que había sido Sebastian anoche, Sabrina se sonrojó sin querer.

Ella le dijo a él que en el futuro prestará atención a las áreas que podían quedar expuestas, especialmente aquellas por encima de su cuello.

"No me pagarán hasta el próximo mes… así que es mejor que no vaya. Hablaré con el Amo Ryan cuando llegue al trabajo más tarde".

Sabrina agarró el brazo de Ruth de repente. "Yo... te lo puedo prestar".

Ruth sacudió la cabeza con tristeza. "Gracias, Sabrina, pero aun así no quiero ir. Yo… quiero irme a casa. Si mis padres me perdonan, estoy dispuesta a darles mi salario. También entiendo por qué trataron tan bien a mi prima. Después de todo, ella creció sin sus padres, y ahora que la familia Shaw la repudia, es natural que mi mamá y mi papá la adoren".

"Si asisto a un evento exclusivo como este al que mi prima no está invitada, solo enfurecerá más a mis padres".

"Además, no importa lo que haga, el Amo Ryan está fuera de mi alcance, así que prefiero no ir".

Sabrina asintió con simpatía. "Está bien, respeto tu decisión".

Después de eso, las tres subieron las escaleras juntas, hablando y riendo durante todo el camino.

Fue otra mañana productiva en el trabajo para Sabrina, quien logró hacer muchas cosas.

Cuando se acercaba la hora del almuerzo, recibió una llamada del departamento de Recursos Humanos. "Señora Fo... Señorita Scott, hay alguien aquí afuera buscándola".

Sabrina se sobresaltó. "¿Quién me busca?".