Castigado por su amor romance Capítulo 643

“¡Pftt!”.

“¡Él puede conseguir a cualquier mujer que quiera en cualquier momento!”.

“Sin embargo, esa isla es única”.

“¡Mi Abuelo Shaw podría serle de gran ayuda para conquistar esa isla!”.

“¡Por ​​lo tanto, Sebastian definitivamente te dejará! ¡Definitivamente se casará con Selene!”.

"¡Cuando llegue el momento, Selene y yo uniremos nuestras fuerzas y te enviaremos a los confines más profundos del infierno!".

"¡Ja!".

"¡Solo espera y verás!".

Mindy tuvo grandes sueños durante toda la noche.

Se imaginó victoriosa frente a todos en la antigua residencia Ford.

Solo faltaba un día para la celebración del banquete de la familia Ford, y todas las personas tenían ideas diferentes al respecto. Los anfitriones del banquete, Sabrina y Sebastian, estaban tranquilos y serenos.

Ambos siguieron con sus rutinas como de costumbre.

Cuando Sabrina salió del trabajo el viernes, volvió a preguntarle a sus dos mejores amigas: “¿Ya eligieron sus vestidos?”.

Ruth y Mindy asintieron.

Ruth dijo: “Me lo probé y lo ajustaron a mis medidas de inmediato, así que ese fue el que elegí. Déjame decirte, Sabrina, no sabía que tenía tan buena figura”. Ruth sonreía de oreja a oreja.

“Me veo delgada y alta, ¿puedes creerlo? Solo mido 162 cm de altura y siempre he sido un poco gordita. Sin embargo, noté que mi cintura se ve más delgada y mis piernas se ven mucho más largas al usar ese vestido. Cielos, ¡incluso sentí que era hermosa!”.

“No estoy nerviosa”, respondió Sabrina con una sonrisa.

Ella se sentía más agusto con Sebastian ahora en comparación con el pasado. Incluso inclinó la cabeza y le dijo en broma: “Ahora tengo dos ayudantes, más el novio de la ayudante. Así que, tengo cinco ayudantes en total, contando a mi esposo y a mi hija. Por lo tanto, aunque tenga que pasar por las pruebas más severas, no tendré miedo”.

Ella sonrió y sacudió la cabeza hacia Sebastian complacida consigo misma.

Sebastian se quedó sorprendido al verla actuar así.

Él anhelaba ver su sonrisa divertida y radiante como el sol, pero no había tenido la oportunidad. Sin embargo, en este momento, sin planearlo pudo verla.

El hombre parecía estar en trance.

Sabrina preguntó con preocupación: “¿Qué sucede? ¿Tienes algún malestar? ¿Debería darte un masaje?”.

Sebastian sacudió la cabeza y le dijo gentilmente: “El banquete de la familia Ford mañana no será la prueba más severa, ¡pero tú serás la protagonista!”.