Castigado por su amor romance Capítulo 665

"Mi esposo nunca ha puesto un dedo sobre Selene, ¡y mucho menos lo hizo hace seis años! ¿Quisiera saber de dónde sacaron la información del aborto del niño en el vientre de Selene? Cuando hablas de no tener principios, te refieres a tu propia nieta, ¿verdad?".

Estas palabras fueron suficientes para que el rostro del Viejo Amo Shaw se tornara completamente rojo.

"¡Sabrina, no digas calumnias!". Jade comenzó a maldecirla. "¡Miserable, pequeña p*rra!".

Sabrina se dio la vuelta y la miró. "Jade, ¿no crees que hay algo extraño con la carta que mi madre le dejó a Lincoln? ¿O escondes algo, así que no te atreviste…?".

Una vez Sabrina mencionara que Jade guardaba un secreto, ella seguramente le daría una paliza a Lincoln. "¡Lincoln, eres un maldito! ¿Qué tipo de relación tuviste con la madre de Sabrina? Si no me dices la verdad de inmediato, aunque no pueda vencerte, te morderé hasta la muerte".

Después de decir eso, Jade se aproximó para golpearlo. Lincoln se quedó sin palabras.

En el salón de banquetes familiar de la antigua residencia de Ford, la posición de Selene ya era muy difícil. Pero, sin importar eso, Jade quería hacer una escena. Lincoln no sabía si su familia de tres saldría bien de esta residencia o no. Él levantó la mano y le dio a Jade una fuerte bofetada en la cara.

Incluso le sacó uno de sus dientes.

Lincoln era propietario de una pequeña empresa en Ciudad del Sur y tenía cincuenta años. Jade era una esposa rica, llena de joyas por todas partes. Por último, estaba Selene. Hace media hora, le gustaba dar órdenes y todos actuaban según sus deseos. Pero ahora, la familia tenía que reflexionar sobre sí mismos en público.

Sus rostros ardían como si hubieran sido presionados contra el suelo y golpeados con furia. Sin embargo, ¿tenían alguna otra opción? Si no lo hacían, seguramente perderían la vida.

En ese momento, el Viejo Amo Shaw se aprovechó de su vejez y le dijo a Sebastian. "Sebastian, por mi bien...".

Antes de que pudiera terminar sus palabras, Sebastian levantó la mano para detenerlo. "¡No!".