Castigado por su amor romance Capítulo 693

Cuando Aino se aseguró de que Sabrina se había ido al baño, se giró para mirar a Yvonne y a Ruth. Con una expresión preocupada, les dijo a ambas: "Tía Yvonne, Tía Ruth, creo que a mi mamá le preocupa algo".

Yvonne respondió de inmediato con un tono serio: "¿Por qué piensas eso, cariño?".

"Cuando Mami salió de nuestra casa esta mañana, accidentalmente chocó con una abuela que vestía ropa muy sucia y fea, pero fue ella quien se abalanzó sobre nuestro coche. Ella se escapó de inmediato, ni siquiera le pidió a Mami una compensación. Desde que eso sucedió, Mami se ve bastante triste".

"Incluso le hablé varias veces en el camino hacia aquí, pero parece que no me escucha".

Yvonne y Ruth permanecieron en silencio.

Se trataba de un problema serio.

Dos o tres segundos después, Yvonne trató de consolar a Aino: "Está bien, cariño, si tu Mami tiene algún problema, la Tía Ruth y yo la ayudaremos. ¡Lo resolveremos juntas, así que por favor no te preocupes, pequeña princesa!".

Aino asintió, su preocupación se convirtió en regocijo al instante.

En ese momento, Sabrina regresó del baño. Cuando vio a las tres mirándola al mismo tiempo, no pudo evitar sonreír.

"Por alguna razón, al ver sus expresiones, siento que me van a sacrificar como a un cerdo gordo. Después de comprar todo un baúl de ropa y zapatos, tanto que ni siquiera cabe en el coche, ¿qué más quieren de mí?".

A pesar de las palabras que dijo, Sabrina se sintió feliz.

Nada podía arruinar su estado de ánimo ahora.

Después de todo, Sebastian le había dado exactamente un millón de dólares, era exclusivamente para que ella comprara ropa ese día.

Sabrina nunca había comprado en un centro comercial como este. Cómo ella antes no tenía mucho dinero, solo miraba desde las vitrinas, pero no podía pagar los artículos en exhibición.

Ahora que pudo venir aquí con su hija y sus amigas, finalmente supo lo que se sentía ser bien atendida. A todos los lugares en donde entraban las cuatro mujeres, las vendedoras las trataban como reinas.

Ruth asintió con la cabeza. "Habla, Sabrina, cuéntanos tus problemas y lo solucionaremos juntas. Juntas superamos un gran evento como el banquete en la antigua residencia de la familia Ford sin problemas. ¿Qué más te está ocupando la cabeza?".

Al ver lo preocupadas que estaban sus dos amigas por ella, Sabrina no pudo evitar reírse.

"No es nada importante. De camino aquí, me encontré con una anciana. De alguna manera, al verla de espaldas, me recordó a mi madre muerta. La escena ha permanecido en mi mente por un tiempo, especialmente porque tengo planeado regresar a mi ciudad natal, donde está enterrada mi madre. Cuando regrese a trabajar el lunes, le pediré permiso al director para hacerlo".

Sabrina comenzó a sonar desanimada. "Yo… Desde que fui a la universidad… Y luego a la cárcel, han pasado… nueve años. No he regresado a mi ciudad natal en nueve años. Todavía no sé dónde está enterrada mi madre, ¿estará enterrado con mi padre? ¿Alguien atenderá sus tumbas? No lo sé".

La voz de Sabrina se fue apagando mientras seguía hablando.

Yvonne y Ruth no sabían cómo consolarla.

Pero afortunadamente, el teléfono de Sabrina sonó de repente. Cuando lo levantó vio que era un número desconocido. Sabrina respondió de todos modos. "¿Hola, quién habla?".