Castigado por su amor romance Capítulo 710

Sabrina caminó hacía la máquina retroexcavadora sin dudarlo y se interpuso en su camino.

Al ver esto, el conductor de la máquina se sobresaltó y se detuvo inmediatamente. Gritó enfadado después de bajar de su asiento: "¡¿Acaso quieres morir?! Aunque así sea, no deberías pararte aquí y causarme más problemas. ¿Quién crees que eres? Vete, vete, ¡no te metas en nuestro trabajo!".

A pesar del tono feroz con que hablaba el hombre, Sabrina permaneció de pie sin moverse: "¡Esta es mi casa, nunca acepté que la demolieran!".

Al ver que el conductor de la máquina se quedaba sin palabras, levantó la cabeza y miró a las personas que la rodeaban.

No reconoció ni una sola cara familiar.

Sus antiguos vecinos no estaban a la vista, o tal vez solo tenían un aspecto completamente diferente ahora.

Justo en ese momento, una voz anciana y cansada llamó desde detrás de ella: "Sabbie… ¿Eres tú Sabbie?".

Sabrina se giró inmediatamente y vio a un anciano de 80 años con la espalda encorvada. Tras dudar un poco, preguntó: "¿Tú eres...?".

"¿Eres Sabbie?". El anciano volvió a preguntar.

"Soy Sabbie, Sabrina Scott. Mi padre es Sheldon Scott y mi madre...".

Antes de que ella pudiera siquiera terminar su frase, el anciano se puso emotivo de repente. "Finalmente, alguien de tu familia está aquí...".

Sabrina no sabía cómo reaccionar. No reconocía al anciano ni entendía lo que intentaba decirle.

Preguntó amablemente: "Señor, ¿usted es…?".

La situación llegó a ser tan grave que la hija del Tío Scott, Penny, y su esposo no pudieron soportarlo más. Al final, hicieron sus maletas y se marcharon del pueblo para trabajar en otro lugar. Como después de eso rara vez volvían a casa, la Tía Abuela Scott había muerto enfadada con su hija inútil.

Y ahora, el Tío Abuelo Scott era el único que quedaba en su casa.

Por algún giro perverso del destino, justo después del Año Nuevo, llegó la orden de las autoridades exigiendo que la gente que vivía en un determinado radio alrededor del lado oeste de la ciudad tenía que mudarse, ya que estaban planeando construir un lago artificial allí.

A causa de esto, todos los residentes del pueblo fueron indemnizados, excepto la familia de Sabrina.

Porque no quedaba nadie de esa familia allí.

Todos los días, su antiguo vecino, el Tío Abuelo Scott, acudía ansiosamente a este lado del pueblo para echar un vistazo, con la esperanza de que apareciera alguien de su familia para discutir los asuntos relacionados con la demolición.