Castigado por su amor romance Capítulo 709

Esa noche no tuvo ningún sueño. Aunque Sabrina descansó bien, a la mañana siguiente se despertó muy temprano, ya que no estaba acostumbrada a dormir sin usar el brazo de Sebastian como almohada.

Poco después de que los rayos del sol de la mañana entraran a su habitación, se preparó para el nuevo día.

Poco después, desayunó en el hotel a las seis de la mañana antes de llamar a un taxi.

Ayer al pasar por la ciudad mientras viajaba desde el aeropuerto, Sabrina había sentido que la ciudad había perdido su encanto antiguo y añejo. Numerosos edificios altos ahora se alzaban por todas partes.

Después de verlos más de cerca durante el día, se dio cuenta de que las obras de construcción y desarrollo de todo tipo estaban prácticamente en todas partes.

Al ver que la ciudad se desarrollaba con tanta rapidez, Sabrina no pudo evitar preguntarse cómo se vería ahora su antigua casa, situada no muy lejos del centro de la ciudad.

Todas los terrenos de las zonas residenciales debían estar ocupados por una casa de dos plantas recién construidas, ¿no es así?

La única excepción era su casa, por supuesto.

En aquel entonces, cuando dejó la ciudad a los 12 años, su casa seguía siendo completamente de barro. Seguramente, después de tantos años, la casa de barro se había derrumbado.

Después de conseguir un taxi, Sabrina habló sobre la tarifa con el conductor, pero no hizo lo que Sebastian le sugirió.

En lugar de pagar dos mil dólares por todo un día de servicio, solo ofreció mil. Sin embargo, fue más que suficiente para que el conductor dijera que sí emocionado.

Cuando Sabrina entró en el coche, empezó a hacerle todo tipo de preguntas al señor con mucho ánimo.

"Señorita, a juzgar por cómo va vestida, probablemente usted no es de aquí. Parece más bien una chica de ciudad. ¿Viene a visitar a su familia o a ver a sus amigos, o quizás está de vacaciones?". El conductor sonaba entusiasmado.

Sin dar más detalles, Sabrina respondió: "Un poco de todo, supongo".

Después de un rato, comentó: "El pueblo del condado se está desarrollando tan rápido que ya es casi una ciudad".

El conductor respondió inmediatamente: "Hace apenas 20 años, esta ciudad era cuatro veces más pequeña que ahora. Mire, justo delante de usted hay una zona de viviendas de lujo, parece un parque".

"Sí, el paisaje de aquí es precioso", dijo Sabrina sin darle mucha importancia.

"¿Habla de este lugar? El paisaje de aquí no puede considerarse bonito. Apuesto a que no ha visto el Lago del Este. La vista allí es mucho mejor".

Al cabo de un rato, Sabrina volvió a decir: "Gire a la derecha".

Aunque las carreteras eran mucho más anchas ahora, las rutas en sí no habían cambiado. A estas alturas, el coche ya había entrado en una zona con la que ella estaba muy familiarizada.

Si su memoria no le fallaba, llegarían a su pueblo de la infancia si seguían en dirección norte antes de conducir por una pequeña carretera durante un kilómetro.

Para su consternación, Sabrina vio que las obras de demolición ya estaban en marcha cuando el coche llegó al pueblo. Además, se dio cuenta de que las primeras casas junto a la carretera principal ya habían sido demolidas.

Sabrina se sintió nerviosa al ver esto.

El conductor también se dio cuenta de esto al ver su expresión. "Señorita, ¿tiene usted parientes aquí?".

Ella respondió con tristeza: "Mi casa está aquí".

Sin decir nada, el hombre siguió conduciendo. A medida que se acercaban a la casa de Sabrina, el conductor trató de decir: "Los montacargas y las grúas ya están trabajando...".

Cuando el coche se detuvo, Sabrina salió corriendo a toda prisa mientras gritaba: "¡Esperen! ¡Esperen!".