Castigado por su amor romance Capítulo 744

Dos personas irrumpieron en la sala en el momento en que se escuchó la voz.

Un hombre y una mujer, ambos vestidos con trajes elegantes.

Parecían tener unos cincuenta años.

Cuando Sabrina vio a la pareja, su expresión se llenó de furia y desprecio.

¡Así era!

Las personas que entraron en la sala eran los padres de Mary Smith, Yuri Smith y Fany Long.

Yuri aún no se había jubilado, pero ya no ocupaba un puesto tan importante como antes.

Ahora se encargaba de la logística, pero aun así, en esta pequeña ciudad, sus conexiones e influencia eran inigualables.

Sus palabras no solo se hacían cumplir en esta pequeña ciudad del condado, sino que incluso en la ciudad, o en la capital de la provincia, podía ejercer su influencia.

De lo contrario, ¿cómo podría su hija, alguien que apenas se graduó de la escuela media y tuvo relaciones turbulentas, conseguir un buen puesto de trabajo? ¿Cómo consiguió casarse con alguien que había ido a la universidad y cómo podía disfrutar de un estatus tan noble?

¡Qué ridiculo!

¿Acaso él tomaba a Yuri Smith por broma?

En esta pequeña ciudad muerta, ¡no había mucha gente que se atreviera a meterse con él!

Sin embargo, hace media hora, la compañera de clase de su hija, la profesora del instituto, le envió una foto a Yuri. En la foto, su hija se arrodillaba voluntariamente frente a alguien.

La profesora, que al principio actuaba como si estuviera por encima de todo, no quería seguir todos los planes de Mary. Sin embargo, se convirtió en una de sus asistentes ocultas pues la extorsionaba con varias pruebas. De día era profesora, pero de noche era el juguete de muchos hombres y el perro fiel de su hija.

Se podría decir que su posición era incluso inferior a la de un perro.

La profesora de instituto era extremadamente leal a su hija, así que Yuri y su mujer creyeron la foto que les envió sin dudarlo.

La profesora incluso le dijo a Yuri: "Tío Smith, el teléfono de Mary se lo llevó un grupo de extraños. No saben quién es Mary. Tiene que venir a salvarla. Si no, la sacarán de la ciudad y...".

La furia comenzó a crecer dentro de ellos.

Se apresuraron a llegar tan rápido como pudieron.

Yuri se dio una palmada en la frente. ¡Ahora lo recordaba!

¡Era ella!

Yuri gritó furioso: "¡Sabrina Scott!".

Sabrina asintió: "Sí, soy Sabrina Scott".

"¡Tú! ¡Maldita mujer! ¡Pequeña z*rra! Me enteré por mi hija que dejaste la escuela a los doce años y te fuiste al sur. Has estado trabajando como prostituta desde que eras una adolescente…".

"… ¿Podrías contar el número de veces que has vendido tu cuerpo en todos estos años? Ahora que tienes dinero, ¿te crees poderosa? Déjame decirte que en esta pequeña ciudad del condado y a nuestros ojos, ¡siempre serás una pequeña z*rra! ¡Una prostituta! ¡Cómo te atreves a intimidar a mi hija! ¡¿Ya no quieres seguir viva?!".

Yuri no solía hablar de esta manera.

Después de todo, era un hombre importante aquí, pero le dolía el corazón al ver a su hija arrodillada a los pies de alguien más como un perro. La furia borró todo sentido de racionalidad de su cabeza.

Era demasiado fácil para un hombre irracional cometer un error como este.