Castigado por su amor romance Capítulo 755

"He sobrevivido una vez más".

"Así que, dime, ¿crees que la suerte ha vuelto a mí una vez más?".

Sabrina preguntó casi en tono de burla: "¿Qué estás tratando de decir?".

"Lo que estoy tratando de decir es que tal vez tu esposo podría convertirse en mi esposo en el futuro".

"Está bien, creo que sé dónde estás", respondió Sabrina.

"¿Sí? ¿Te lo dijo tu esposo dónde estoy?”, preguntó Selene.

"No", respondió Sabrina con calma. "Mi esposo estuvo tan ocupado durante los últimos dos días que aún no ha tenido la oportunidad de decírmelo, pero ya sé dónde estás. Estás en Isla Estrella, ¿verdad? ¡Tú y tus padres escaparon a esa isla!".

"¡Vaya, p*rra! ¡Siempre tan inteligente! ¡Lo descubriste!", espetó Selene.

"¡Gracias por el cumplido!".

Selene se quedó en silencio.

"¡La venganza es un plato que se sirve frío! Fue fácil para ti escapar a Isla Estrella, pero no será tan fácil dejarla, ¿verdad? Pan comido. Cualquier día de estos, iré directamente a la isla. Estás servida en bandeja de plata", dijo Sabrina con tono ligero y despreocupado.

"¡Ja! ¡No tienes el poder para hacer eso!".

"¡Yo no, pero mi esposo sí!". Sabrina sonaba cada vez más tranquila.

Aunque su odio por la familia Lynn se incrementó en su pecho al saber que pudieron escapar sin problemas, sabía la importancia de mantener la calma ante la situación.

Ella le dijo a Selene, con tono ligero y un poco decepcionado: "Selene, admitó que cada persona tiene su momento, pero ¿has considerado esto? Estuve huyendo durante seis años y tuviste tiempo más que suficiente para acercarte a Sebastian. Sin embargo, no pudiste casarte con él, ni siquiera con la ayuda de un abuelo tan influyente".

"¿Crees que Sebastian se casaría contigo solo porque me derrotaste?".

Sabrina salió de la habitación de Sebastian con lágrimas deslizándose por sus mejillas y caminó directo hacia él.

"¿Qué ocurre?". Su voz todavía estaba ronca por lo temprano que era, sonaba muy masculina.

Sabrina miró a su esposo, con las lágrimas nublando su visión.

"¿Tuviste una pesadilla?", le preguntó.

Sabrina sacudió la cabeza.

"¿Estabas pensando en tu madre otra vez?", continuó preguntando.

Una vez más, ella sacudió la cabeza. No sabía cómo decírselo, en su lugar, él la abrazó y le dijo suavemente: "Tengo una sorpresa para ti. ¿Quieres saber qué es?”.